lunes, 4 de febrero de 2013

Málaga no puede retener a sus científicos y tienen que emigrar por falta de recursos

Los recortes en investigación afectan de forma capital a la mano de obra en los distintos grupos 


Los equipos son los mismos que el año pasado pero cuentan con la mitad del dinero: de 4,8 millones de euros a 2,4 - Las becas, tanto predoctorales como postdoctorales, se han reducido en un 70%
Las neuronas de los científicos malagueños dan sus frutos, pero en el extranjero o en otras comunidades autónomas. Málaga es incapaz de retener talento. Los recortes aumentan la fractura y muchos investigadores se han visto obligados a emigrar tras quedarse en el paro para poder continuar con su trabajo. En la Universidad reconocen esta dramática realidad, pero no saben dar cifras de cuántos han tenido que irse con el microscopio a otro laboratorio en los últimos años, desde que comenzó la crisis. La merma en los presupuestos que reciben los grupos de investigación, sin duda, afecta a la contratación de investigadores y a las becas.

 


La vicerrectora de Investigación de la institución académica malagueña, María Valpuesta, explica que las becas posdoctorales o predoctorales se han reducido considerablemente. «En un 70% como mínimo, si no más», asegura. Los grupos de investigación de la Universidad de Málaga han visto reducido su presupuesto en un 50%, con respecto a la última convocatoria. Sin embargo, los equipos son prácticamente los mismos. Los recortes de financiación externa en proyectos de investigación del Plan Nacional han recortado la cuantía en un 50%, si bien el número de proyectos apenas ha variado: 50 en 2011, que manejaron 4,8 millones de euros; y 45 en 2012, con tan sólo 2,4 millones. «Los grupos van a seguir trabajando pero con menos dinero», señala Valpuesta, que se lamenta de que, sin embargo, el investigador principal podrá contratar a menos personal.

«En esos proyectos de investigación tienes dinero para fungible, inventariable, gastos de funcionamientos... pero también para la contratación de personal», añade la vicerrectora, que pronostica que aunque no se abandonen las líneas de investigación, los trabajos sí que se verán ralentizados, a pesar del importante esfuerzo de la UMA por tratar de suplir, en la medida de lo posible y con fondos propios, este descenso en la financiación a través de las transferencias, «tanto del Gobierno central como de la Junta». «El dinero llegará poco a poco», confía.

Valpuesta, en todo caso, es pesimista respecto al futuro y asiste también con cierta impotencia a la incesante fuga de cerebros que se produce, a pesar de que uno de los objetivos fundamentales de la UMA es ya no sólo evitarlo, sino atraer talento. «Hemos formado a gente que se tiene que ir fuera. Me parece bien que lo hagan para la internacionalización, para que completen su formación en el extranjero, pero lo triste es que no podemos ofrecerle nada cuando vuelvan. No podrá haber retorno», señala con sinceridad. El producto de la inversión en la educación de miles de jóvenes está revirtiendo en otros países, que no han aportado nada.
Hasta ahora esto venía ocurriendo, desde hace años además, con las enfermeras, que son muy demandadas en otros países de la UE ya que gozan de una gran formación. Reciben ofertas de trabajo irrechazables que, en algunos casos, incluyen hasta el alquiler de la vivienda. Teresa Labajos, decana de la facultad de Ciencias de la Salud, explica que esta situación también afecta cada vez más a los estudiantes de Fisioterapia, «para los que recibimos ofertas cuando aún están en el último curso».

José María Troya, catedrático de Lenguaje y Ciencias de la Computación, de la Escuela Técnica Superior de Informática, señala que en su departamento «estamos notando los recortes». Su grupo de investigación GISUM (Grupo de Ingeniería del Software de la Universidad de Málaga), de tener 50 investigadores contratados ha pasado a tener 35. «Hay que tener en cuenta que en informática somos muy sensibles a los recortes porque no dependemos de los equipamientos, sino que es muy intensiva en mano de obra», asegura.

Valpuesta reconoce también que el momento es muy difícil, ya no sólo por los recortes, sino también por los cambios normativos que se están produciendo. En 2013 termina el séptimo programa marco de proyectos europeos. «En este momento se está redactando el octavo, que se llamará Horizontes 2020, y que empieza en 2014». También habrá cambios en el Plan Nacional para el trienio 2013-1016. Y por último, la inyección económica por parte de la Junta de Andalucía a través del plan andaluz de investigación, también termina en 2013 y se está elaborando el próximo. Es decir, que «además de los cambios políticos y económicos, hay cambios de filosofía y de sistema», asegura Valpuesta.

 http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2013/02/04/malaga-retener-cientificos-emigrar-falta-recursos/565309.html

 

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