domingo, 14 de julio de 2013

Unos 6.100 alumnos han dejado la UMA por impago desde que empezó la crisis

El endurecimiento de los requisitos académicos para obtener una beca ha provocado un pico, pero los abandonos siempre han sido numerosos

Conseguir una beca cuesta sangre, sudor y lágrimas. Los nuevos requisitos académicos para mantener las ayudas de estudio, mucho más rigurosos por obra y gracia del ministro José Ignacio Wert, han sido como una guillotina que ha cortado el vínculo de 1.349 estudiantes con la Universidad de Málaga, ya que no superaban las notas mínimas exigidas y no disponen de medios para hacer frente al pago de la matrícula, sin ayuda. Sin embargo, esta situación no representa más que un pico, ya que desde que comenzó la crisis, son muy numerosas las matrículas que son archivadas por la UMA por impago.

Los pronósticos que la institución académica malagueña hacía al principio del curso se han cumplido, por desgracia. Entonces, el vicerrector de Estudiantes, Juan Antonio Perles, apuntaba que unos 1.500 alumnos se quedarían sin beca, un 14% de los alumnos que el año anterior habían estudiado becados por el Ministerio de Educación. 

 


Pero, a tenor de las cifras aportadas por la Secretaría General de la UMA, los nuevos criterios para la obtención de becas no han sido tan decisivos como en principio podría pensarse. Desde que comenzó la crisis, la UMA ha archivado un total de 6.099 matrículas por impago. La evolución es significativa. Si este año han sido 1.349, en el curso 2011/12 fueron 1.295, apenas medio centenar menos, cuando los criterios académicos para la obtención de becas eran mucho más flexibles. Incluso en el curso 2010/11, esta cifra alzanzó los 1.315 alumnos que dejaron sus estudios. El salto importante se aprecia a partir del curso 2008/2009, el primero de la crisis reconocida, cuando se produjo el abandono de 873 estudiantes.

Perles señala, pese a todo, que esta estadística no contempla los datos de fracaso académico, es decir, cuántos alumnos se arrepienten de estudiar la carrera a la que se han apuntado, «porque se dan cuenta que no es lo suyo o no es lo que esperaban», pero no dejan la Universidad, sino que al año siguiente se matriculan en otra titulación. Estos alumnos, por tanto, no perderían su vínculo universitario, aunque dejan de pagar por una titulación que finalmente no va a estudiar.

Ante esta situación, el vicerrector de Estudiantes de la UMA explica que la institución académica malagueña está estudiando llevar a cabo una estrategia para «mitigar este impacto» de cambios de titulación. «Todo puede pasar por llevar a cabo una mejor orientación a los estudiantes antes de que hagan sus reservas de matrícula», señala.

No obstante, este gran número de abondonos «tiene que ver íntimamente con la crisis», dice Perles, «aunque estamos por vivir el punto de inflexión». El vicerrector de Estudiantes sostiene que lo peor está por llegar, toda vez que cuando terminen los exámenes de junio y salgan las notas, muchos alumnos no habrán cumplido las exigencias impuestas y deberán devolver el importe adelantado.

Aunque la Universidad está atada de pies y manos y su acción es francamente limitada, Juan Antonio Perles muestras su voluntar por querer «adelantarse». «Nuestras ayudas al estudio han estado pasando por complementos a las bécas de régimen general que concede el Ministerio y cabría la posibilidad de hacer coincidir los plazos de solicitud, entendiendo siempre que los aspirantes siempre van a recurrir a ellas si les es denegada una beca por motivos académicos», explicó el vicerrector. «Así no habría que esperar a marzo» y el alumno sabría con más garantías y antes si va a contar con financiación. «Todo esto está en el laboratorio», concluye.

 http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2013/07/14/6100-alumnos-han-dejado-uma/602755.html

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