Médicos, biólogos y otros profesionales con doctorados buscan
oportunidades laborales y estabilidad en otros países La mayoría
coinciden en que se sienten más valorados que en España
Lo más duro, dicen, es vivir sin la familia, los amigos y el sol
A mediados del siglo pasado, los emigrantes huían de la miseria de los
pueblos, apenas si tenían la Primaria e iban a hacer trabajos poco
cualificados en fábricas centroeuropeas. La emigración actual es de
médicos, biólogos y un sinfín de profesionales con títulos de doctor que
se quedaron en paro por la crisis o se hartaron de la precariedad
laboral. Málaga, Andalucía y España están "perdiendo una generación
entera de trabajadores cualificados", advierte Manuel Felices, de 42
años, cirujano que se fue de esta provincia para trabajar en un hospital
de Göteborg (Suecia). Y hace un llamamiento: "En manos de todos
-políticos, colegios profesionales y pacientes- está el parar esta
sangría de profesionales".
Como muchos de los que han emigrado, se siente más valorado allí
que en España. Pese a que echa de menos a la familia y los amigos, pone
en la balanza lo bueno que le ofrece Suecia: "La posibilidad de crecer,
aprender y subespecializarte. Los medios docentes a nuestra disposición
son incomparables a los que hay en Andalucía. Los contratos son fijos y
las guardias como máximo de 12 horas, junto a algo más de tres meses de
vacaciones". Dice que no tiene pensamiento de volver y que incluso con
su mujer baraja crear una familia, aprovechando las ventajas para
conciliar la vida laboral y familiar que les da Suecia.
Otro médico, Gustavo Reque, ha emigrado a Dubai, en los Emiratos
Árabes". Tenía una clínica familiar en Marbella, pero también optó por
emigrar. Especialista en medicina deportiva, tratamiento del dolor y
osteopatía, trabaja en una consulta privada de medicina deportiva en
Dubai. Dice que sintió "vértigo" al marcharse a un país tan lejano y que
los trámites administrativos para que le acompañe su familia son
complejos: "El compromiso laboral es de dos años, con un sueldo donde la
mayor parte depende de productividad; que nadie piense que en Dubai se
regala el dinero". Relata que las condiciones laborales en España le
hicieron mirar al exterior y que fue entonces cuando descubrió "un
sinfín de oportunidades a nivel mundial".
Carolina Fernández es la más joven emigrante de este reportaje.
Tiene 24 años y estudió Magisterio. Da clases de español para
extranjeros en Essen (Alemania). No sabe cuándo habrá condiciones
laborales en España como para poder volver. "Creo que me quedan algunos
años en Alemania", sospecha. En la balanza pone lo bueno de hacer una
experiencia profesional y aprender idiomas y lo malo del clima.
"Alemania tiene dos estaciones; la del tren y el invierno", bromea.
Carolina Hoyo, de 35 años, también trabaja en Essen. Doctora en
Biología, fue investigadora en el Hospital Civil. Ahora, en el Hospital
Universitario de Essen intenta descubrir los mecanismos fisiológicos y
moleculares que inducen a la depresión profunda. "Lo que está sucediendo
en España es un drama a todos los niveles. En cuando a la ciencia,
cuando por fin nuestro país estaba siendo considerado a nivel mundial
por su producción científica, los recortes y la mala gestión nos están
haciendo retroceder extremadamente rápido hacia la Edad Media
científica", lamenta. Critica que profesionales altamente cualificados
se vean forzados a emigrar para producir ciencia y tecnología en otros
países y los que se quedan, a luchar contra la precariedad. Carolina
investigaba y su marido trabajaba en energías renovables. "Ambos
perdimos la base de nuestro sustento en un corto espacio de tiempo",
cuenta. Como otros profesionales aclara que la emigración no es un
camino de rosas. Por el choque cultural y la barrera idiomática, entre
otras cosas. Por ello, se sumó a la Sociedad de Científicos Españoles en
la República Federal de Alemania y participa en la elaboración de una
guía para los recién llegados a ese país. Cuando se le pregunta sobre su
regreso, señala: "Muy a mi pesar y según el panorama económico y
laboral actual de España, por el momento no tengo pensamiento de
volver".
Gianni García, de 34 años, otro doctor en Biología por la
Universidad de Málaga (UMA) que se ha tenido que marchar al extranjero
para buscarse la vida. En Málaga trabajó como investigador en la UMA.
Ahora lo hace en la Swedish University of Agricultural Sciences.
Investiga el papel de los mastocitos -células del sistema autoinmune- en
ciertas infecciones y en la artritis. Entre lo mejor de Suecia pone que
su trabajo es valorado. Entre lo peor, y no es original, la distancia
de los seres queridos, el frío y la comida. Admite que ha contactado con
algún grupo de investigación en Málaga para volver, pero aclara que su
regreso está condicionado porque encuentre financiación para sus
proyectos.
Patricia Chaves, también doctora en Biología, lleva en Suecia
más de dos años y prevé completar 2013. Trabajó como investigadora en
Málaga. Ahora está en el Laboratorio de Células Madre de la Universidad
de Lund. "En España y especialmente en Málaga es muy complicado
encontrar una oferta de trabajo y las que se ofrecen son con sueldos por
debajo del mínimo español para un doctor. Por lo que escucho de mis
compañeros [en España], se sigue reduciendo personal y jornadas
laborales. Además, no hay atisbos de mejora".
Hace unas semanas, el Colegio de Médicos ofrecía una rueda de
prensa para alertar de la hemorragia de facultativos que está sufriendo
la provincia. Aportaba el testimonio de María Toro, que hace unas
semanas hacía las maletas para irse a Suecia. Y el de Juan Toral, que ya
se ha ido a Canarias y que cuando se le acabe el contrato emigra a
Chile. La falta de convocatorias públicas de empleo y la precariedad,
advertían desde la entidad colegial, están empujando a muchos
profesionales a la emigración cuando se prevé que faltarán especialistas
a la vuelta de unos pocos años. Doscientos médicos han emigrado en
apenas dos años para buscar trabajo fuera de las fronteras españolas.
Elisa Matas, de 37 años, no es médico, sino doctora en Biología.
También trabajó como investigadora en Málaga, pero ha acabado en el
Netherlands Cáncer Institut de Amsterdam (Holanda). Estudia el mecanismo
por el cual, en algunos casos, se produce la regresión espontánea de un
tipo de tumor infantil. Su equipo ha identificado una proteína que
podría ser la causa de ese retroceso y de la curación de los demás. Su
"aventura holandesa" comenzó en 2009. Reconoce que su debut como
emigrante fue duro. El choque cultural, el mal nivel de inglés y el
clima húmedo, gris y frío no se lo pusieron fácil. "No voy a negar que
el principio fue duro. Porque uno tiende a comparar lo que encuentra
nuevo con lo que se deja atrás y no hay color. Eso me hacía añorar mucho
a mi país". Pero ya, después de cuatro años, empieza a ver el lado
positivo. "Además de haber más oferta laboral, los salarios son más
altos que en España. Mi salario actual dobla el que recibía en España lo
que me permite disfrutar de una mayor calidad de vida". En este tiempo
ha descubierto que el sistema de salud en los Países Bajos es
deficiente, que hay muchas ayudas para los profesionales que llegan
-desde apoyo para la mudanza hasta para pintar la casa- y que los
investigadores están mejor valorados que en España. "Trabajar aquí está
siendo una experiencia profesional muy enriquecedora porque te permite
crecer como científica; dispones de instalaciones y equipos de los que
no disponemos en España o son escasos. Animo a cualquier científico
español a la aventura de salir de nuestro país. Es toda una
experiencia". Pero como malagueña, padece el clima holandés. "Pasamos
del invierno al otoño y del otoño al invierno. El son brilla en contadas
ocasiones y cuando lo hace, es con menos intensidad. Algo que parece
una tontería, pero que afecta al estado de ánimo". Además, recuerda,
reduce las posibilidades del ocio al aire libre, como tomar una cerveza o
un café en una terraza. Piensa volver "algún día, con la maleta llena
de experiencia". Pero de momento, reconoce que es difícil vivir lejos de
la familia, de los amigos y "ver crecer a los sobrinos a través del
Skype".
http://www.malagahoy.es/article/malaga/1563783/emigrantes/muy/cualificados.html
martes, 16 de julio de 2013
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