Los empleados y el sindicato CCOO consideran que pronto le saldrán "novias" al no tener ya cargas laborales
El hotel Incosol Hotel Medical SPA, un emblema turístico de
la provincia y especialmente de Marbella, donde se encuentra ubicado,
cerró sus puertas el 1 de abril de 2012 tras 39 años de actividad, en
pleno inicio de la Semana Santa. Durante este tiempo los empleados han
estado acudiendo a las instalaciones, sobre todo los primeros meses, sin
cobrar sus salarios. Ahora, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de
Cádiz ha emitido un auto en el que determina el cierre definitivo del
mismo y la solicitud de extinción colectiva de contratos laborales de la
plantilla, formada por 138 personas.
Este hotel estaba en concurso voluntario de acreedores y,
según la administración concursal, "han fracasado sus esfuerzos para
mantenerlo abierto" por el elevado importe de créditos contra la masa,
superiores a 46 millones de euros a enero de 2013 y por la imposibilidad
de la concursada -Inmobiliaria Amuerga SL- de hacer frente a la
inversión que supone la reapertura del hotel, superior a 941.000 euros y
al coste salarial mensual, de unos 250.000 euros mensuales.
El auto, al que ha tenido acceso Europa Press, alude a que
en la documentación económica aportada por la administración concursal
en marzo de 2013 constan los datos económicos y financieros del
establecimiento, que de 2009 a 2011 han sido deficitarios, "habiéndose
producido una progresiva disminución del margen bruto sobre ventas que,
en los últimos tres años, ha sido en su conjunto del 162 por ciento, lo
que hace inviable continuar con la actividad hotelera, máxime si se
tiene en cuenta que el hotel Incosol es actualmente el único centro de
trabajo de la concursada".
También se recuerda en el auto que este mismo Juzgado
acordó la extinción de todos los contratos de trabajo del personal
adscrito a los servicios centrales de la concursada y de los empleados
del hotel Duque de Medinaceli, situado en El Puerto de Santa María, en
Cádiz.
Intentos de compra
Este hotel estuvo a punto de ser adquirido por dos
entidades bancarias pero la compra no se materializó. El presidente del
comité de empresa, Javier Moreno, se ha mostrado triste por lo que
supone el cierre definitivo de este establecimiento, sin embargo, ha
subrayado que el auto les permite cobrar el paro, después de llevar sin
percibir sus salarios desde marzo de 2012.
"Antes no podíamos cobrar el paro porque seguíamos dados de
alta", ha precisado a Europa Press, al tiempo que ha añadido que la
próxima semana iniciarán la tramitación para poder cobrarlo y que,
posteriormente, comenzarán los trámites con el Fogasa.
En total la deuda asciende a 64 millones de euros, puesto
que a los 46 que cita el auto del Juzgado de lo Mercantil hay que sumar,
según Moreno, lo que se debe a la Seguridad Social, Hacienda o
proveedores. En caso de que el edificio del establecimiento hotelero se
vendiera, parte del pago debería ir a los trabajadores por los impagos
acumulados, aunque este trabajador no es demasiado optimista al
respecto.
En este punto, cuestionado por la posibilidad de que ahora
que el hotel no tiene "cargas laborales" haya empresas interesadas en la
compra del edificio, Moreno ha admitido que "en breve le van a salir
ocho o nueve novias". "Hasta ahora nadie quería meter mano, pero con el
auto y ya sin trabajadores, habrá interés", ha apostillado.
En los mismos términos se ha pronunciado la secretaria
general de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO en Málaga, Lola
Villalba, quien ha manifestado que lo único bueno es que los empleados
podrán cobrar su desempleo después de tantos meses sin recibir dinero.
Igualmente, ha indicado que, al no tener ya cargas laborales, "seguro
que se va a volver a abrir pero sin la experiencia de tantos años de
muchos trabajadores".
Algunos de los 138 trabajadores que dejará el hotel Incosol
en la calle tienen una experiencia acumulada muy amplia. Es el caso del
propio presidente del comité de empresa, al que se le adeudan 48.000
euros y que lleva casi 40 años de sus 56 trabajando en este
establecimiento señero de la Costa del Sol. Ahora, su futuro es
incierto: "la verdad es que con mi edad dónde me voy a colocar".
Lejos queda aquel 17 de abril de 1973 cuando el
protagonista de la película Las Minas del Rey Salomón, Stewart Granger,
fue su primer cliente. También pasaron por sus instalaciones el rey
Fahd, el presidente del Congo, el príncipe Rainiero de Mónaco y la
princesa Grace Kelly, Deborah Kerr, Sean Connery, Adnan Kashogui, Carmen
Sevilla o Camilo José Cela.
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