Málaga registra más de medio millar de personas sin hogar nuevas este año

Aumentan un 13% los jóvenes ex tutelados que se quedan sin techo tras alcanzar la mayoría de edad · Actualmente duermen en la calle 114 personas · Puerta Única ha realizado casi 2.000 atenciones

 La noche del pasado sábado seguía lloviendo y bajo sus paraguas los paseantes se sorprendían de ver a dos personas durmiendo en las escaleras del antiguo cine Astoria en un día de inundaciones. Actualmente, viven en las calles de la ciudad 114 personas, resguardados en cajeros, bajo puentes, en paradas de autobús o portales. Según los datos que presentó ayer la Agrupación de Desarrollo para Personas Sin Hogar, se han sumado 547 personas sin techo nuevas en 2012. Además, se han atendido a 1.938 personas y casi 2.300 han sido derivadas a través de Puerta Única a los centros que componen esta red de ayuda al indigente.

En las calles existe una presencia mayoritaria de hombres, un 81% frente al 19% de mujeres, y la franja de edad más representativa está entre los 36 y 55 años. Si hace unos años había mayoría inmigrante, ahora las distancias se acortan y más del 44% son españoles. El perfil de las personas atendidas muestra que los principales problemas detectados son la inserción laboral, las adicciones y las enfermedades mentales. Y un dato que resaltaron ayer en la presentación de la campaña Son derechos, no regalos. Nadie sin hogar es que se está rebajando la edad de los sin techo.



Desde esta red formada por nueve asociaciones y el Ayuntamiento de Málaga se han atendido este último año a 147 jóvenes ex tulelados "que quedan desprotegidos cuando llegan a la mayoría de edad y van a parar a Puerta Única", comentó Francisco Sánchez, director de Cáritas Diocesana. Los datos muestran un aumento del 13% de indigentes entre los 18 y los 21 años.

También han percibido un incremento de las familias, en su mayoría mujeres solteras con hijos, que acuden demandando algún tipo de ayuda. Ocho familias al mes se han atendido de media entre enero y noviembre en este servicio. Muchas llegan para solicitar orientación ante la imposibilidad de hacer frente a los gastos de vivienda.

La ciudad cuenta con 234 plazas de alojamiento en lugares como el Centro de Acogida Municipal, que tiene 108 camas y Cáritas, que dispone de 56. Pero sacar a los "crónicos" de la calle no es fácil. "Detrás llevan historias personales muy complicadas, vidas rotas desde hace mucho tiempo así que el trabajo no se hace en dos o tres días, hay que tener paciencia y darles espacio", comentó ayer Francisco Pomares, concejal del Derechos Sociales en el Ayuntamiento de Málaga.

Pomares destacó el trabajo que realiza la unidad de calle durante los 365 días del año. "Es difícil, es un proceso largo, pero creo que debemos quedarnos con que se puede y se sale de la calle", añadió el concejal, que pidió a la Junta programas para jóvenes ex tulelados "para que no se nos queden en la calle". Existen recursos para mujeres y hombres con adicciones, programas de inserción laboral, acogida nocturna, atención básica de ducha y comida durante el día, pero la red flaquea en la asistencia a enfermos mentales. "Hay que invertir más en esto porque se nos escapan", explicó Francisco Pomares.

Ahora proliferan aquellos que piden limosna, pero dar puede resultar perjudicial. "La beneficencia no ayuda a nadie", dijo ayer María Ángeles Martín, directora del comedor de Santo Domingo. "Ellos tienen que dar el paso, ser protagonistas de su cambio y si damos unas monedas cronificamos a estas personas, no les damos la opción de demostrar que pueden hacerlo por sí mismas", añadió Martín, que destacó que en los desahucios hay muchas familias acogidas por sus propias redes sociales.

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