El indicador, basado en el nivel de desempleo e inflación, se dispara en la provincia hasta superar en más de diez puntos la media de España - La economía local se enfrenta al reto de contener la escalada con el horizonte de los recortes
Lucas Martín La economía de Málaga languidece. Los nuevos recortes lanzados por el Gobierno de Rajoy coinciden en la provincia con un agujero de gran calibre en el tejido productivo. La crisis financiera y el desplome del ladrillo han rebajado siniestramente el nivel de vida en la Costa del Sol, que se enfrenta al momento más confuso de su historia reciente.
Según
el último informe de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo
Temporal (AGETT), Málaga no sólo se ha visto arrastrada por las
estrecheces globales; la provincia, definida como el motor económico de
Andalucía, exhibe ya peores números que otros puntos deprimidos de
Europa. El índice de miseria, que se obtiene al sumar las tasas de paro e
inflación, alcanza el 36,5 por ciento, una cifra escalofriante, tres
veces superior a la del mismo periodo de 2007.
El indicador resulta preocupante. A la escalada de los últimos cinco años se le suma la fiabilidad científica; el índice de miseria, alumbrado por el americano Arthur Okun en la década de los sesenta, está considerado como uno de los raseros más fiables para medir el nivel de empobrecimiento de una región por su capacidad para confrontar lo que se ingresa con el encarecimiento de los precios. El volumen de Málaga, referido al primer trimestre del año, refleja una evolución siniestra, pero, al mismo tiempo, desfavorable respecto al resto del país; la tasa de la provincia supera en más de un diez por ciento la media de España (26,4), que es, a su vez, la más alta de la Unión Europea.
El derrumbe de la economía en Málaga ha envilecido la relación entre la capacidad de gasto y las retribuciones. La recesión ha deshilachado a las clases medias, que empiezan a verse exhortadas hacia una austeridad cada vez más cercana a la pobreza. En apenas doce meses, el índice ha subido tres puntos en la provincia. Sólo Cádiz y Almería –con un 38 y un 36,7 por ciento– ofrecen peores indicadores en Andalucía, la región más depauperada del país (34,8), de acuerdo también con Agett.
El índice de miseria de Málaga es, además, doce puntos superior al de Grecia, lo que da buena cuenta de la magnitud del desaguisado en la zona. A nivel nacional, la tasa se incrementó en 16 puntos desde 2007, un ritmo, de nuevo, más reposado que en la Costa del Sol.
Sevilla es la provincia andaluza con un registro de pobreza más bajo, el 31,6 por ciento, seguida de Granada (33,2), Jaén (33,6) y Córdoba, todas ellas por debajo del umbral andaluz.
Los malos resultados de Málaga son herencia de las cifras de paro, uno de los dos componentes básicos del registro. En el último mes, la provincia sumó un total de 197.096 desempleados, pese al buen comportamiento de mayo, que se benefició de la regularización del empleo doméstico y el inicio de la temporada turística. La economía local tendrá el desafío de contener el índice a partir de septiembre, fecha en la que está prevista la entrada en vigor de la reciente reforma fiscal, que intimida el consumo.
A más de veinte puntos de distancia de la media europea.
Se presumía el año definitivo de la recuperación, pero el primer semestre de 2012 ha acabado por dar la razón a las visiones más pesimistas de la crisis. La economía de la provincia no frena su deterioro y acusa niveles de empobrecimiento que hace tan solo cinco años habrían hecho pensar en una catástrofe; de 2007 a la actualidad, el índice de miseria ha pasado del 12,63 al 36,5 por ciento. Una cifra que excede también en más de veinte puntos la media europea, lo que no es, precisamente, un motivo de tranquilidad. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el registro no llega a los diez puntos en Alemania –en las regiones españoles más fuertes, caso de País Vasco o Navarra, el indicador está, asimismo, por debajo del 20 por ciento–.
Se trata, el de la provincia, de un proceso de depauperización acelerado. La subida del paro conforma junto a los precios una espiral de destrucción que ahoga la capacidad de respuesta de las clases medias. Según la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), la situación no será aliviada por el balance del verano, tradicionalmente más positivo por la reducción sistemática del desempleo. La organización duda de que esta vez el periodo estival y la industria turística logren equilibrar los datos del próximo trimestre en la provincia.
La previsión, en España, habla de un estancamiento de la población activa. Agett cree que el país cerrará los números del primer semestre con un 24,4 por ciento de paro, la misma cifra que en 2011. Para los meses siguientes al verano, la firma espera nuevas reducciones en el número de ocupados que situaría el agregado total por debajo de los 17,3 millones en España.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2012/07/25/malaga-rebasa-indice-miseria-pais-triplicar-pobreza-5-anos/522185.html
El indicador resulta preocupante. A la escalada de los últimos cinco años se le suma la fiabilidad científica; el índice de miseria, alumbrado por el americano Arthur Okun en la década de los sesenta, está considerado como uno de los raseros más fiables para medir el nivel de empobrecimiento de una región por su capacidad para confrontar lo que se ingresa con el encarecimiento de los precios. El volumen de Málaga, referido al primer trimestre del año, refleja una evolución siniestra, pero, al mismo tiempo, desfavorable respecto al resto del país; la tasa de la provincia supera en más de un diez por ciento la media de España (26,4), que es, a su vez, la más alta de la Unión Europea.
El derrumbe de la economía en Málaga ha envilecido la relación entre la capacidad de gasto y las retribuciones. La recesión ha deshilachado a las clases medias, que empiezan a verse exhortadas hacia una austeridad cada vez más cercana a la pobreza. En apenas doce meses, el índice ha subido tres puntos en la provincia. Sólo Cádiz y Almería –con un 38 y un 36,7 por ciento– ofrecen peores indicadores en Andalucía, la región más depauperada del país (34,8), de acuerdo también con Agett.
El índice de miseria de Málaga es, además, doce puntos superior al de Grecia, lo que da buena cuenta de la magnitud del desaguisado en la zona. A nivel nacional, la tasa se incrementó en 16 puntos desde 2007, un ritmo, de nuevo, más reposado que en la Costa del Sol.
Sevilla es la provincia andaluza con un registro de pobreza más bajo, el 31,6 por ciento, seguida de Granada (33,2), Jaén (33,6) y Córdoba, todas ellas por debajo del umbral andaluz.
Los malos resultados de Málaga son herencia de las cifras de paro, uno de los dos componentes básicos del registro. En el último mes, la provincia sumó un total de 197.096 desempleados, pese al buen comportamiento de mayo, que se benefició de la regularización del empleo doméstico y el inicio de la temporada turística. La economía local tendrá el desafío de contener el índice a partir de septiembre, fecha en la que está prevista la entrada en vigor de la reciente reforma fiscal, que intimida el consumo.
A más de veinte puntos de distancia de la media europea.
Se presumía el año definitivo de la recuperación, pero el primer semestre de 2012 ha acabado por dar la razón a las visiones más pesimistas de la crisis. La economía de la provincia no frena su deterioro y acusa niveles de empobrecimiento que hace tan solo cinco años habrían hecho pensar en una catástrofe; de 2007 a la actualidad, el índice de miseria ha pasado del 12,63 al 36,5 por ciento. Una cifra que excede también en más de veinte puntos la media europea, lo que no es, precisamente, un motivo de tranquilidad. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el registro no llega a los diez puntos en Alemania –en las regiones españoles más fuertes, caso de País Vasco o Navarra, el indicador está, asimismo, por debajo del 20 por ciento–.
Se trata, el de la provincia, de un proceso de depauperización acelerado. La subida del paro conforma junto a los precios una espiral de destrucción que ahoga la capacidad de respuesta de las clases medias. Según la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), la situación no será aliviada por el balance del verano, tradicionalmente más positivo por la reducción sistemática del desempleo. La organización duda de que esta vez el periodo estival y la industria turística logren equilibrar los datos del próximo trimestre en la provincia.
La previsión, en España, habla de un estancamiento de la población activa. Agett cree que el país cerrará los números del primer semestre con un 24,4 por ciento de paro, la misma cifra que en 2011. Para los meses siguientes al verano, la firma espera nuevas reducciones en el número de ocupados que situaría el agregado total por debajo de los 17,3 millones en España.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2012/07/25/malaga-rebasa-indice-miseria-pais-triplicar-pobreza-5-anos/522185.html
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