El desplome del consumo amenaza a decenas de tiendas y los hoteles se aferran al cierre temporal
Carteles de 'se vende' o 'se alquila' que se cuentan ya por decenas, casi por cientos, por las calles de Marbella y San Pedro Alcántara. Hoteles para los que antes era impensable echar el cierre en temporada baja pero que han claudicado ante la imposibilidad de rentabilizar los costes de personal. Colas kilométricas en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Se mire por donde se mire, los indicadores de la actividad económica en la ciudad no pintan bien.
Marbella, azotada por una crisis mundial agudizada en la ciudad por la especial situación del sector de la construcción, sigue sumando personas a las listas de desempleo, ya en unos niveles inéditos en su historia más reciente, y se prepara para afrontar un invierno duro, más en lo laboral que en lo climatológico. A muchos empresarios no les salen las cuentas y las consecuencias se dejan sentir en el número de parados, que en el último mes sumó cada día una media de 30 personas hasta alcanzar los 13.780 desocupados, 906 más que el mes anterior y 3.817 más que hace un año.
El cierre de la temporada alta, más baja que otros años por la contención del gasto de los visitantes, ha dejado su huella con contundencia en las estadísticas de la Consejería de Empleo, que hablan de que no sólo la situación no vuelve a ser como antes del verano sino que se ha agravado notablemente con la tímida bajada de las temperaturas y el freno al trasiego de maletas por la ciudad. En junio el número de personas sin ocupación remunerada se situaba en 12.146 y esta cifra se superaba a final de octubre holgadamente, en 1.600 personas más.
«El panorama no pinta bien.
«El panorama no pinta bien.
De hecho esperamos que en noviembre el paro suba aún más que en octubre», apunta Gonzalo Fuentes, secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CC OO de Andalucía. Esto es, la ciudad se encamina a los 14.000 desempleados. Como telón de fondo, el desplome en el sector de la construcción, hasta ahora uno de los dos pilares fundamentales de la economía local, y un sector servicios que anda al ralentí por la bajada del turismo y el descenso en el consumo.
Un 30 por ciento menos
«Las ventas en el comercio han caído entre un 30 y un 40 por ciento y todas las empresas se han visto obligadas a hacer ajustes, desde las grandes multinacionales a las más pequeñas», apunta Miguel Gómez, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Marbella. En establecimientos donde antes había un empleado, ahora está al frente el propio dueño y su familia. Eso si al final no optan por el cierre.
«Muchos están en la cuerda floja y van a esperar a Navidad, que se supone que es la época de mayor consumo», apunta María José Fernández, gerente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de San Pedro Alcántara (Apymespa). Entre sus 339 asociados, hay un 30 por ciento de impago de las cuotas, un indicador más, y sobre todo mucha preocupación por las ofertas agresivas de las grandes superficies, «muy difíciles de superar».
No menos preocupante es la situación de los hoteles de la ciudad. Desde CC OO calculan que el número de establecimientos que cerrará en temporada baja crecerá hasta el 30 por ciento, cuando habitualmente ronda el 20 por ciento, y los que ya lo hacían adelantan el momento del candado. «Marbella es uno de los municipios donde el sector turístico está arrastrando más expedientes de regulación de empleo», constata también Antonio Sedano, secretario provincial de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de UGT, que cifra en 400 el número de trabajadores afectados.
Y a más cerrojazos, aunque sean con fecha de reapertura, nuevos daños colaterales al margen del aumento de parados, que no es poco. «Cuando cierras un hotel estás cerrando un trozo de ciudad; se resiente todo», advierte Fuentes, que invita a los hoteleros a hacer un esfuerzo para pasar el invierno con el objetivo «de no perder, no de ganar». Es especialmente crítico. Considera que con el recorte de plantillas se resiente la calidad y el cliente no se fideliza. «De los 5.000 eventuales de otros años este año se ha contratado en Marbella a la mitad», agrega.
Sobre la mesa, algunos apuntes para sacar pecho. Desde todos los frentes apuntan ideas para capear el temporal. Para el presidente del CIT, la recuperación pasa especialmente por la aprobación cuanto antes del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y, sobre todo, por la gestión que se haga en su desarrollo posterior. «Las administraciones deben facilitar la llegada del capital pendiente de invertir en grandes infraestructuras», anotó, al tiempo que demandó a los bancos más flexibilidad en las concesiones de créditos para pasar el bache.
Para el turismo, se apunta a la necesidad de buscar nuevos mercados y de no perder el marchamo de calidad frente a otros destinos. «Hay que buscar turistas donde sea; no quedarnos esperando», argumenta Gómez. Comparte su opinión el secretario provincial de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de UGT: «Tenemos que insistir en mercados que han sido clientes potenciales, como los países nórdicos, y apostar por un Imserso de calidad a nivel europeo, que en un nivel adquisitivo menor está ayudando a subsistir a hoteles de otros municipios».
Los comercios, por su parte, se volcarán con la campaña de Navidad y abren a nuevos horizontes. «Les estamos animando a que vendan sus productos en Internet, que estén en todo el mundo», apunta la gerente de Apymespa. Mientras, desde la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma), rompen una lanza en favor de la especialización como una nueva puerta para la subsistencia. Frente a las grandes superficies, mejor aferrarse a un segmento más concreto. Más a largo plazo, Fuentes habla de la necesidad de cambiar el modelo productivo, para que deje de pivotar sobre el turismo y el ladrillo. Y evitar así que los fantasmas vuelvan...
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