M. F. MÁLAGA Algo tan concreto y tan matemático como la economía depende, en realidad, de las expectativas y las percepciones. Sin embargo, ninguno de estos dos elementos son todavía suficientemente positivos para augurar que el final de la crisis esté cerca. La encuesta de expectativas que realiza anualmente la Fundación Ciedes, entre expertos y el propio tejido empresarial, así lo confirma.
Uno de cada tres encuestados (un 34,4%) considera que la crisis se agravará todavía más a lo largo de este año en la provincia, mientras que los que creen que la crisis ha tocado fondo siguen siendo todavía una minoría, el 28%. Una diferencia que muestra a las claras que el optimismo no es algo generalizado y que 2009 no se cerrará con una sonrisa. Si además se compara con Andalucía, sólo uno de cada cinco cree que Málaga tendrá un mejor comportamiento que el resto de provincias andaluzas. El resto prevé que el mayor golpe se recibirá aquí.
Esto en cuanto a la actividad económica, pero preguntar por el empleo ofrece datos todavía más desalentadores. Más de la mitad de los encuestados augura que el paro crecerá de forma más significativa en la provincia que en el resto de Andalucía. Los que piensan que no será tan significativa apenas representan el 15,6% de las opiniones. Más pesimismo.
Además, el entorno político y social de Andalucía y de Málaga va a ir degradándose a lo largo de este año, como auguran los empresarios malagueños en la encuesta. De hecho, sólo el 3% considera que va a mejorar el clima político.
No se puede olvidar un dato muy relacionado con la percepción del clima político y es que el 70% de los encuestados considera que existe una insuficiente colaboración entre las distintas administraciones. Las luchas constantes entre los ayuntamientos, la Junta y el Gobierno se ha trasladado a la calle, como muestra este sondeo y ha crecido respecto a la percepción del año 2007, cuando esta opinión era ´solo´ compartida por algo más del 50%.
Pérdida de negocio. La mala percepción de la situación económica no es casual para el empresariado malagueño, ya que un 75% reconoció una pérdida de facturación durante el año pasado, que se cifró en una media del 11%. Sólo uno de cada cinco empresarios aumentó sus ventas, aunque en una proporción menor, un 3,1%. No obstante, algo más de la mitad espera mantener la facturación este año y la plantilla, mientra que un tercio anuncia despidos.
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