El cambio en los requisitos para acceder a las ayudas para estudiar
genera desconcierto entre los alumnos de la UMA y colas en la oficina
para reclamar
La ilusión del primer año de universidad se vio truncada la pasada
semana para Ariana Manzanares cuando recibió una carta en la que le
comunicaban que le había sido denegada la beca y que tenía que abonar la
cuantía de la matrícula en menos de una semana. Nerviosa por no saber
por dónde abordar la situación que se le viene encima, busca el edificio
de Becas para presentar su reclamación mientras reflexiona sobre como
"sólo quieren que estudien los que tienen dinero" y busca la manera de
ayudar a sus padres a afrontar los gastos que genera el hecho de que
ella estudie a más de 100 kilómetros de su casa, en Algeciras. "He
empezado a imprimir currículums para buscar un trabajo de media jornada,
pero no es tan fácil eso de conseguir un empleo; por lo que si nos
quitan las ayudas y tampoco podemos trabajar, no se cómo quieren que
estudiemos", explica Ariana. Cuando vio la carta en la que se le
denegaba la ayuda para estudiar en la Universidad de Málaga, reconoce
que por un momento reflexionó: "Habrán pensado que estudiar Filología
Hispánica no es tan importante como para concederme una beca". El motivo
que alegan para no concederle la beca es que supera el umbral de
patrimonio fijado, algo que no entiende porque durante los dos años de
Bachillerato que acaba de terminar sí que le han concedido una ayuda de
400 euros y sus condiciones familiares no han variado. Para reclamar se
había encargado de reunir toda la documentación sobre los gastos que le
genera estar fuera de su ciudad, como los de la residencia de
estudiantes, que en caso de decidir abandonar los estudios por no poder
continuar sin beca, debería seguir abonando durante todo el curso. A
pesar de todo, esta gaditana de nacimiento no se plantea abandonar,
"pienso luchar para que me dejen estudiar; tanto quejarse de
generaciones ni-ni y ahora resulta que a los queremos estudiar tampoco nos dejan".
Al igual que Ariana la pasada semana se pasaron por el edificio
de becas de la Universidad de Málaga, junto a los aparcamientos de la
Facultad de Telecomunicaciones, cientos y cientos de estudiantes en
situaciones parecidas, todos sorprendidos y en parte cabreados porque
daban como asegurado un dinero que han visto esfumarse con una carta que
además llega tarde respecto a otros cursos en los que las resoluciones a
los solicitudes estaban listas antes de que acabara el mes de
diciembre. El endurecimiento de los requisitos para acceder a estas
ayudas previstas por el Ministerio de Educación está detrás de todas
estas reclamaciones con las que los funcionarios de la Universidad se
ven desbordados cada día. Unos nuevos barómetros académicos y económicos
que están obligados a cumplir los estudiantes y que se traducen en que
aproximadamente 10.000 universitarios se quedarán sin beca este curso.
Ángela Hidalgo estudia Pedagogía y había estado todo el curso
anterior muy pendiente de los requisitos académicos para no perder la
beca. Sus padres están en paro y no pueden permitirse costear los
estudios de la hija sin esta ayuda. Después de todos los esfuerzos
Ángela no logró superar dos de las asignaturas, por lo que se aseguró de
que esto no le llevara a perder la beca. "Pregunté en la secretaría de
mi facultad y me dijeron que con el 80% de los créditos superados podía
acceder a la ayuda". Lo que Ángela desconocía es que justo para esta
convocatoria, los requisitos académicos se han endurecido aún más y para
optar a las becas el Ministerio hay que tener aprobadas prácticamente
el total de las asignaturas matriculadas. Una carta de su misma
secretaría le obliga a abonar en apenas 48 horas la cuantía íntegra de
la matrícula, que asciende a más de 1.000 euros, mientras "en internet
figura que su expediente está aún en trámite". Su madre, que la acompaña
para realizar la reclamación, explica la impotencia que siente ante la
poca información que ofrecen y por cómo han podido variar en tan poco
tiempo los créditos necesarios para optar a esta ayuda.
Los que tienen la beca denegada no son los únicos que se están
acercando a las instalaciones de la UMA a diario, los estudiantes a los
que requieren información adicional para culminar su resolución y
alumnos que simplemente quieren comprobar el estado en el que se
encuentra su solicitud, se suman a la larga cola que no cesa en toda la
mañana. Entre estos últimos se encuentra Victoria Hidalgo que con una
gran sonrisa le habían comunicado que en el ordenador su solicitud
aparecía ya como aprobada, a pesar de que aún no ha recibido la
comunicación. Su segundo año en Biología lo afronta ahora más relajada.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/1442824/nos/quitan/la/beca/y/no/hay/trabajo/como/estudiamos.html
lunes, 21 de enero de 2013
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