Más de veinte mil de malagueños vieron puestas sus esperanzas por conseguir una vivienda de protección oficial en el sorteo de 1.301 que realizó el Ayuntamiento en diciembre de 2006. Todavía resuenan en el Palacio de Deportes Martín Carpena los gritos de alegría de los elegidos por el azar. Como si de un sorteo de El Gordo se tratara, de los bombos salieron los 1.301 adjudicatarios provisionales de las viviendas y 650 personas que quedaban para la reserva por si algunos de los seleccionados no cumplían los requisitos exigidos o renunciaban a las casas. Entonces, pocos podían pensar que esos reservistas pudieran llegar a obtener una de las VPO que se ofertaban, la mayoría de ellas en la nueva barriada de Soliva. Sin embargo, el proceso de comprobación de la documentación y reserva de las viviendas, que dura ya dos años y todavía no ha concluido, ha deparado una realidad muy distinta, ya que todos los reservistas, que en número suponen la mitad de los adjudicatarios, van a poder acceder a las casas.
Según los datos facilitados por el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), en el proceso de análisis de la situación económica y social de los demandantes de los pisos se ha descubierto, hasta la fecha, que un total de 368 aspirantes no cumplen con los requisitos que se exigían para poder optar a las VPO. «Muchos no estaban ni empadronados», comentaron fuentes del IMV, que reconocieron que tienen la sensación de que una gran parte de los participantes en el sorteo entraron en él para probar suerte y sin comprobar realmente si cumplían o no las condiciones para poder acceder a los hogares.
Además, 183 de los elegidos por el azar para comprar una de las viviendas que se sorteaban han terminado por renunciar a ellas por algún motivo. De ellos, 71 ni siquiera llegaron a comparecer en las oficinas del IMV cuando se les citó para presentar la documentación. «Incluso nos ha costado dar con alguno de ellos, ya que debe quedar constancia oficialmente de su renuncia para poder echar mano de los reservistas», apuntaron desde el departamento municipal de Vivienda. No obstante, ha habido 75 que han renunciado por escrito.
Casos
Incluso se han registrado 14 casos de familias que ya tenían una casa en propiedad, uno de los principales impedimentos para poder presentarse a este tipo de sorteos. «Han pasado dos años desde se realizó, por lo que también se han dado casos de parejas que han roto, otras que al casarse han heredado la vivienda de un familiar y otras que han logrado comprar un piso de segunda mano bastante rebajado de precio con esto de la crisis», indicaron desde el IMV.
No obstante, sólo uno de los casos de los excluidos de la adjudicación de VPO lo ha sido por exceso de ingresos, lo que demuestra que la mayor parte de los aspirantes cumplen al menos los requisitos económicos que se exigen.
Con todo, el proceso de selección ha echado mano ya de 1.681 de los 1.951 elegidos en el sorteo de 2006, incluida la lista de reservistas, por lo que sólo quedan 270 en ella. Si a esto se añade que sólo faltan unas 260 casas por adjudicar, el resultado es que la lista de reserva va a agotarse por completo.
Llamarán a todos
Así lo confirmó el concejal de Vivienda, Diego Maldonado, quien detalló que el IMV va a llamar próximamente a todos los reservistas que quedan para evitar el tener que seguir echando mano de ellos por los incumplimientos o renuncias de los adjudicatarios provisionales que aún están por revisar. «Es prácticamente seguro que vamos a agotar la reserva, por lo que aquellas 650 personas que fueron escogidas de más van a poder finalmente tener la oportunidad de acceder a una de las casas», afirmó el edil.
Y es que, según las estadísticas del Ayuntamiento, aproximadamente el 40% de los aspirantes a VPO seleccionados por sorteo, sin previa comprobación de que reúnen las condiciones exigidas para comprar la vivienda, las incumplen una vez que sus expedientes son revisados oficialmente.
Esta situación plantea un problema para el IMV, ya que el caso de que se agote la bolsa de reservistas y queden viviendas por adjudicar tendría que realizar un nuevo sorteo, aunque sólo sea para unas pocas casas. En ese sentido, las fuentes consultadas apuntaron la posibilidad de abrir una nueva lista de espera entre las personas que participaron en el sorteo de 2006, mediante la elección de un número al azar. A partir de este número, y en función del orden de registro de las peticiones para entrar en el sorteo -orden que conserva el IMV-, empezaría a contar un nuevo cupo de reserva que no tendría límite para que no se agote.
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