IGNACIO A. CASTILLO. MÁLAGA Las magníficas cifras hechas públicas por la Universidad de Málaga hace poco menos de un año se han quedado en un espejismo. Y todo por culpa de la crisis. ¿O es que acaso la nefasta situación económica mundial no es responsable últimamente de todo? Esta apreciación, en este caso, está avalada por datos concretos, y que se encuentran en la estadística de la UMA sobre el nivel de inserción laboral de los recién titulados. En el último año, marcado por la incertidumbre y el temor a asumir cualquier tipo de riesgo financiero, las empresas han rebajado a la mitad sus ofertas de empleo para contratar a egresados de la institución académica malacitana.
El sector empresarial está cohibido. Según la vicerrectora de Relaciones Universidad-Empresa, Ana María Sánchez, es imprescindible relacionar esta caída en las ofertas con la crisis económica, teniendo en cuenta la gran cantidad de expedientes de regulación de empleo iniciados y los despidos, derivados, en la mayoría de los casos, de la reducción de la actividad laboral y el descenso de la facturación.
Malas cifras. Entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2007 las empresas de la provincia realizaron un total de 207 ofertas de empleo a los egresados de la Universidad de Málaga. Esta cifra se ha rebajado en un 52%, ya que en el mismo periodo de tiempo del 2008, la UMA sólo ha recibido 95 peticiones de trabajo. En cualquier caso, Ana María Sánchez quiso destacar que, "aunque las empresas no han venido a buscar tantos empleados, la inserción laboral ha sido porcentualmente mayor", explica. ¿Esto qué quiere decir y cómo es posible? Pues que en 2007, en respuesta a las 207 peticiones, la UMA logró emplear a 98 egresados; mientras que en 2008, a las 95 solicitudes se consiguieron colocar a 70 titulados, es decir, el 73,7% de las ofertas de trabajo se saldaron con la contratación de un alumno (mientras que el año anterior este porcentaje se quedó en el 47,3%), matiza la vicerrectora.
En el informe de inserción laboral antes mencionado, realizado por la UMA en colaboración con el Instituto Andaluz de la Juventud, y cuyos datos fueron revelados al final del curso pasado, se destacaba que el 70% de los universitarios que terminaban la carrera encontraban empleo, y lo que es más, un empleo relacionado con su titulación, y lo que era mejor, tardaban menos de tres meses en hacerlo. El seguimiento demostraba después que sólo el 66% continuaba trabajando, que no es poco.
La triste realidad es que estos magníficos resultados tenderán a cambiar. Es más, es muy probable que buena parte de los 138.000 parados contabilizados por el INEM en el último mes sean universitarios malagueños a los que ni siquiera les habrá dado tiempo aún de colgar su título en la pared de sus despachos.
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