Fijar la fecha de un juicio por despido o impago tarda de media un año

La crisis dispara los asuntos laborales y civiles, como impagos o deudas, y la carga de trabajo retrasa las vistas · Cada juzgado de primera instancia ingresó 2.400 asuntos en 2008

El trabajador que demande un despido debe echarle paciencia, porque puede que el juicio no se celebre hasta dentro de un año. Las reclamaciones laborales crecen a la par que los efectos de la crisis y saturan poco a poco los juzgados de lo social de Málaga. Lo mismo ocurre con los asuntos por impagos y deudas en los juzgados de primera instancia, por no hablar de los concursos de acreedores en el único juzgado de lo mercantil de la provincia. Depende de cada sede judicial, pero la espera media para señalar una vista por un tema laboral o civil está en un año.

Las cifras demuestran el volumen de trabajo. Uno de los juzgados de lo social consultados está señalando juicios para diciembre y presume de ser uno de los que está más al día. Enero ha servido para tomar el pulso a cómo transcurrirá el año y sólo este mes han ingresado cerca de 200 asuntos, la mayoría por despidos. En todo 2008 registraron 1.250, dato que ya está por encima de la carga de trabajo recomendada. En Málaga hay 12 juzgados de lo social y en los casos laborales no se practican diligencias, es decir, se presenta la demanda, se incoa el procedimiento y directamente se señala el día de juicio.


La jurisdicción civil está bastante más saturada. Según el responsable en Málaga del Sindicato Profesional de Justicia (SPJ-USO), Adriano Moreno, los juzgados de la capital ingresaron en 2008 el triple de los asuntos recomendados por el CGPJ, que es de 800 por sede judicial. La provincia también se resiente por la crisis. Fuengirola se mueve en las mismas cifras que la capital y Torremolinos, por ejemplo, contabilizó entre 1.800 y 1.900 asuntos por juzgado el año pasado.

En la capital, una estadística colgada en la puerta del juzgado de Primera Instancia número 9 ofrece información detallada: los juzgados civiles contabilizaron 23.606 asuntos en 2006; en 2007, hubo un total de 24.653; y en 2008, hasta el 1 de diciembre, 33.914 casos, es decir, un 28% más que el año anterior y una media de 2.400 por juzgado. Otro folio informa en la puerta del juzgado de lo Mercantil número 1 de que en el tercer trimestre del año pasado ingresaron más de 40 procesos concursales, la cifra más alta de toda Andalucía.


"Tal y como están las cosas, una reclamación de una cantidad de dinero, aunque sea mínima, puede tardar entre dos y tres años en resolverse", explica otra fuente consultada. El pasado diciembre entraron en funcionamiento los juzgados de primera instancia 18 y 19, y de los 17 restantes, tres están dedicados a temas de familia.


Según Moreno, un juzgado civil con la carga de trabajo controlada puede tardar unos dos meses en señalar juicio tras la fase de pruebas, mientras que en la jurisdicción social, no debería tardarse más de un mes. Los juzgados penales, que son los que están en una situación más delicada, no se ven afectados por la crisis, pero sí por el incremento de la delincuencia. El principal escollo está en la ejecución de sentencias, con unas 1.500 pendientes de tramitar por juzgado. Además, explica Moreno, los juicios rápidos se retrasan hasta cuatro meses pese a que la Ley fija un máximo de 15 días.


Los juzgados de Menores y Violencia sobre la Mujer tienen una carga de trabajo adecuada y los de lo Contencioso-Administrativo son otros de los tradicionalmente saturados. Los de nueva creación respiran, pero los más antiguos están señalando para bien entrado 2010. "Hay gente que se ha plantado en un juzgado, por ejemplo, un 15 de marzo porque pensaba que tenía el juicio y resulta que era para el 15 de marzo del año siguiente", apunta como anécdota el decano del Colegio de Abogados de Málaga, Manuel Camas. Sobre la fecha de los juicios, precisa que hay juzgados que están por debajo de la media y otros que están por encima, algo que le parece destacable porque "todos disponen de los mismos medios". ¿Cómo se puede atajar esto? Cree que las reivindicaciones de más medios y más jueces, además de la implantación de las nuevas tecnologías, son necesarias, pero también un nuevo sistema de organización. "Un juzgado en la Ciudad de la Justicia es una isla y no hay criterios de organización propia del siglo XXI", reflexiona.

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