jueves, 9 de junio de 2011

Veinte guardias civiles han sido arrestados en el último año y medio

La mayoría de casos de agentes detenidos en la provincia tienen como denominador común el tráfico de hachís

La imagen se produjo la semana pasada en la Comandancia de la Guardia Civil. Investigadores de la Udyco-Costa del Sol de la Policía Nacional registraban la vivienda de un guardia civil presuntamente involucrado en una operación contra el tráfico de hachís en la que fueron detenidas nueve personas, entre ellas un policía portuario. Aunque pudiera parecer una situación extraña, en los últimos meses no es nada excepcional en Málaga. De hecho, según los datos recabados por este periódico, hasta 20 agentes del Instituto Armado han sido arrestados en el último año y medio. En la mayoría de los casos investigados se detectó la presunta colaboración de los agentes en tareas de seguridad y apoyo a los traslados de remesas de hachís.

Sin duda la operación más importante que ha desarrollado tuvo lugar el pasado 17 de diciembre del año pasado cuando el jefe de la unidad de élite de la EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) fue arrestado horas después de que cayeran otros dos agentes por su presunta implicación en el tráfico estupefacientes.

Fuentes de la Guardia Civil consultadas por este periódico creen que el abultado número de detenciones, expresamente en el seno de la EDOA, está relacionado con el clima de opacidad que rodea al Instituto Armado. No obstante, las citadas fuentes son contundentes a la hora de señalar las causas de esta oleada de arrestos: el dinero y la desmotivación. "Somos el cuerpo peor pagado, y con diferencia, y muchos de los agentes se encuentran desmotivados. Son gente que trabajan en sitios muy complicados donde se mueve mucho dinero", aseguran las citadas fuentes.

Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil se añade un elemento más: "¿Por qué en otros puntos de España como Algeciras o Alicante no se producen tantas detenciones? La verdad es que no sabemos la razón y hasta que no lleguemos a la raíz del problema no conseguiremos atajar esta situación", aseguran desde el colectivo. Pese a ello, todas las fuentes consultadas por este periódico coinciden al asegurar que la imagen que se está trasladando a la sociedad no es la más adecuada: "Es muy preocupante porque el problema se está generalizando y se está viviendo una situación alarmante".

El denominador común de las últimas operaciones llevadas a cabo por la propia Guardia Civil y la Udyco-Costa del Sol ha sido el tráfico de hachís. La pasada semana un agente destinado en Algarrobo fue arrestado en una operación antidroga en la que fueron detenidas otras cuatro personas. La investigación fue llevada a cabo por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil y posibilitó la intervención de una partida de 1.760 kilogramos de hachís. El agente detenido estaba destinado en la Patrulla Fiscal y de Fronteras (Pafif) de Algarrobo, y presuntamente también facilitaba cobertura a la organización durante los desembarcos de la droga. La droga se encontraba oculta en una vivienda aislada en el término municipal de Torrox, que era usada por los detenidos como "guardería", y donde se halló una furgoneta robada que habían utilizado supuestamente en alijos anteriores.

Esa misma semana otro agente de la Guardia Civil era arrestado en el marco de una operación desarrollada en el puerto de Málaga por el mismo motivo en una operación en la que fueron arrestados hasta nueve personas.

http://www.malagahoy.es/article/malaga/995372/veinte/guardias/civiles/han/sido/arrestados/ultimo/ano/y/medio.html

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