Dice el refrán que una imagen vale más que mil palabras. Es el caso de la lona que presidía en la mañana de ayer el escenario de la asamblea vecinal organizada por los integrantes del movimiento 15-M, en una de las entradas del Parque del Oeste. Unos simple trazos reflejaban mejor que cualquier panfleto el espíritu de esta corriente ciudadana: decenas de coloridos peces pequeños persiguiendo a un enorme pez negro al que le caen varias gotas de sudor de la frente, sorprendido por el avance de los 'pezqueñines' que, cansados de sucumbir a su orden establecido, deciden plantarle cara. Es, precisamente, lo que están haciendo los cientos de malagueños que desde hace semanas se reúnen en la plaza de la Constitución para exigir lo que ellos llaman una democracia real. Ayer, dieron un paso más para extender su mensaje y comenzaron una campaña informativa en los barrios con objeto de hacer llegar sus reivindicaciones a más gente.
El propósito de dichas asambleas (que se celebraron simultáneamente a las 12.00 en nueve puntos de la capital y a las que acudieron según su cálculos unas 700 personas) es animar a los ciudadanos indignados a que se unan a esta iniciativa «contra la precariedad, la corrupción y el partidismo». «La idea es que los barrios tengan su propia voz y que esta iniciativa se diversifique, salga del Centro de la ciudad y crezca», explicó Sara Cuesta, una estudiante de 26 años que intervino en la reunión celebrada en Carretera de Cádiz. El encuentro se repitió en Bailén-Trinidad, Centro, Ciudad Jardín, Cruz de Humilladero, El Palo, Nueva Málaga, Palma Palmilla y Teatinos. El propósito es darles continuidad y volver a organizar estas asambleas a partir de ahora una vez a la semana para analizar en ellas la problemática y necesidades propias de cada distrito.
Muchos curiosos
A estas citas se acercaron muchos curiosos con ganas de conocer qué defiende esta plataforma bajo e lema 'Toma la calle, toma tu barrio'. «Vengo a ver qué nos cuentan porque se habla mucho de ellos en los medios de comunicación y me parece interesante. Con la que está cayendo no podemos quedarnos de brazos cruzados», aseguró Mari Carmen Romero, una ama de casa vecina de Huelin que tuvo ayer su primer contacto con el 15-M.
Al Parque del Oeste también se desplazó Rosa Galindo, una camarera de 42 años con ganas de aportar su granito de arena. «La gente está muy necesitada, los jóvenes apenas tienen futuro y esta es la única forma de protestar. Aquí al menos conectas con la esperanza de que algo puede cambiar», señaló. En los mismos términos se expresó María José Pérez, que acudió junto a su marido y su hijo de doce años. «Nos sentíamos impotentes y apáticos. Y esto nos ilusiona, algo hay que hacer», dijo.
Y mientras buena parte de los integrantes de esta corriente se dispersaban ayer por los barrios, una comitiva de cuatro representantes malagueños asistía en Madrid a una interacampada con miembros de este movimiento procedentes de 53 ciudades de toda España. El objetivo era analizar la situación actual y estudiar nuevas acciones, como la posibilidad de llevar a cabo una marcha de un mes que confluya el 19 de junio en la capital madrileña. Para hoy está convocada una manifestación a las 18.00 horas en la plaza de la Constitución.
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