Los desahucios por impago en Málaga suben un 140%

Clamor por una reforma que permita la dación en pago ya que cada día hay 11 nuevas ejecuciones y 7 desalojos

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ Málaga registra cada día once nuevos casos de entidades financieras que inician el proceso de ejecución hipotecaria contra propietarios que han dejado de pagar la hipoteca y, lo que es más dramático aún, casi siete casos de personas que son desalojadas de sus viviendas por esta causa cuando el proceso llega a su fin, en lo que se conoce como «lanzamientos judiciales» o, simple y llanamente, desahucios. La crisis económica y el paro han llevado a miles de personas a esta situación límite, impensable para ellos hace sólo unos años, pero que se extiende como la pólvora dado el deterioro del mercado laboral y las nulas perspectivas de encontrar un nuevo empleo.

La estadística de ejecuciones hipotecarias en los juzgados malagueños, que en el año 2007 registraba sólo 1.140 casos, alcanzó en 2010 la cifra de 4.534 órdenes de embargo, con una subida del 281%. En los últimos cuatro años ha habido cerca de 12.000 ejecuciones, entre particulares y promotores, que tampoco pudieron hacer frente a sus préstamos hipotecarios, según el último informe sobre los efectos de la crisis del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En cuanto a los desahucios, los «lanzamientos judiciales» han pasado de los 1.010 casos de 2008 (primer dato disponible) a los 2.419 de cierre de 2010, con un incremento del 139%. Unas 5.000 personas se han visto en esa desagradable tesitura en los últimos tres años.

Reivindicación ciudadana

Poner coto a esta terrible espiral es uno de los grandes objetivos de diversos colectivos de consumidores y de ciudadanos, cuyo clamor va dirigido hacia una reforma de la Ley Hipotecaria que permita la dación en pago de la vivienda al banco en caso de morosidad hipotecaria. El movimiento ciudadano 15-M, por ejemplo, tiene este punto entre su reivindicaciones, mientras que la asociación de consumo bancario Adicae tiene prevista hoy, en su sede en Málaga, una asamblea con afectados por embargos para exponer propuestas de reforma para lo que consideran una «vetusta y anticuada» legislación.

Desde hace un año también existe en la provincia una Plataforma de Afectados por las Hipotecas, impulsada por unas 40 personas pero con cientos de damnificados a sus espaldas. La presidente de la asociación de consumidores Al-Andalus, María Huelin, que se ha reunido con ellos en varias ocasiones, considera «especialmente sangrantes» los dramas familiares que están provocando estas situaciones.

«Es necesario y urgente que se modifique la ley. Ya va siendo hora de que se contemple la figura de la dación de vivienda en pago con efectos plenamente liberatorios de la deuda contraída por un préstamo hipotecario. No hay derecho a que una entidad bancaria se adjudique un inmueble a precio de ganga, por la mitad de su valor de tasación y que para colmo pueda exigir el resto de la deuda subsistente hasta completar principal, intereses y costas. ¿Acaso la vivienda adjudicada no es suficiente para cubrir todos estos conceptos con creces?», apunta.

Poca paciencia de los bancos

Sin embargo, hay que ser realistas. El delegado del colectivo de consumidores bancarios Ausbanc en Málaga, Alfredo Martínez, recuerda que si hubiera al final una reforma de la Ley Hipotecaria para permitir la dación en pago no tendría en todo caso efecto retroactivo, sino que sólo se podría aplicar a los nuevos casos a partir de esa modificación. Y avisa de que ese cambio legislativo (que él apoya) también tendría un efecto colateral añadido: los bancos impondrán condiciones aún más leoninas para conceder una hipoteca, dado que en caso de morosidad sólo podrían cobrarse la deuda con la casa.

«Si ahora se da como mucho el 80% de la hipoteca, con ese cambio tan sólo darían el 50-60% y eso llevaría a que muchas personas que quieren comprar no les llegaría con su dinero para la entrada», afirma.

Martínez también dice que la paciencia de los bancos con los clientes que empiezan a incumplir sus pagos en la hipoteca se ha recortado mucho con la crisis, lógico dado que la morosidad anda casi en el 6,2%. Si antes se esperaban unos tres meses antes de acudir a los juzgados, ahora se inician los contenciosos para ejecutar la hipoteca y recuperar todo el préstamo con sólo un impago de la cuota, por el temor a que el moroso tenga más deudas y su liquidez esté comprometida.

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