Varios centenares de “familiares, amigos y camaradas” del conocido comunista malagueño Leopoldo del Prado le dan su último adiós en un acto civil en Parcemasa
“Eres un cabrón que no te has tomado la última cerveza por la Revolución”, decía ayer un camarada ante la tumba de Leopoldo del Prado, conocido comunista malagueño fallecido. Dicen los que le conocieron que su vida fue por y para la Revolución de la clase obrera. Hasta su último adiós lo realizó con el puño en alto. Y con una imagen del argentino Ernesto Che Guevara, uno de los artífices de la revolución cubana e icono del comunismo, presidiendo el altar mayor de la capilla pequeña del cementerio malagueño. Una enseña comunista cubría la mesa de altar del templo y el atril estaba engalanado con los colores republicanos. Los mismos que lucían sobre la tumba del protagonista de ayer, que congregó a varios centenares de “familiares, amigos y camaradas” para tributarle el último adiós.
El templo olía a iglesia. No podía ser de otro modo, es lo que es. Pero allí nada hacía indicar que era un lugar sagrado para los cristianos. Ante la falta de un habitáculo mejor, Parcemasa retiró los elementos de culto de la capilla pequeña del cementerio para que los camaradas de Leopoldo del Prado organizasen el anunciado acto civil, como era deseo del fallecido. Los asistentes eran tan numerosos que también hubiesen llenado la capilla grande, pero allí había demasiados santos para tapar.
Abrió el acto el Himno de Andalucía, interpretado por un saxofonista y que muchos asistentes cantaron con el puño en alto. Y también sonó el Himno de Riego, marcha oficial de la Segunda República Española. Antes y después, numerosos camaradas y líderes vinculados al movimiento comunista y obrero dedicaron unas palabras al fallecido, rodeado de coronas de flores, la mayoría rojas y algunas con los colores republicanos. El primero en tomar la palabra fue su “amigo del alma y compañero de fatiga” Antonio García Lizana, catedrático de Economía Aplicada. “Leo no fue el líder del movimiento estudiantil, sino que él fue el movimiento estudiantil en los setenta”, afirmó. Todos destacaron el compromiso del fallecido y su espíritu critico de izquierdas. Éste sería el principio de una vida vinculada a la política. A la Revolución, como ayer dijeron.
Leopoldo del Prado nació el 26 de octubre de 1947 en Málaga y se licenció en Económicas en 1970. En los años del franquismo trabajó en la clandestinidad como militante del Partido Comunista de España (PCE) y de Comisiones Obreras. En 1972 fue condenado a siete años de cárcel por sus actividades políticas contra la dictadura; de algunas asignaturas de Económicas se examinaría en la cárcel. Estudió posteriormente la carrera de Derecho en Granada en donde se licenció en el año 1975 especializándose en derecho laboral. Además, fue profesor de Política Económica de la Facultad de Económicas de Málaga. En su dilatada carrera política fue desde responsable político del PCE en la clandestinidad, partido en el que militó desde los 19 años, hasta teniente alcalde en la primera corporación democrática.
http://www.malagahoy.es/article/malaga/470875/con/la/revolucion/hasta/la/tumba.html
miércoles, 15 de julio de 2009
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