
Desde el inicio de la crisis, la caída ha sido constante en todos los trimestres y se desconoce qué ocurrirá en los tres primeros meses de este 2014 aunque, con las estadísticas en la mano, todo apunta a que seguirá bajando.
Hay varias causas que justifican este cambio de tendencia. La primera es que la crisis del sector ha provocado numerosas concentraciones entre cajas y bancos y eso ha motivado que, para ahorrar costes, se hayan cerrado oficinas y se haya despedido o prejubilado a personal. Otro motivo es que, tanto bancos como cajas, se lanzaron a abrir locales tanto en su ámbito de actuación como en otras provincias al calor del auge inmobiliario y ahora llevan años replegando velas. De hecho, hay entidades, sobre todo internacionales, que apostaron con fuerza por este destino y que han volado. También hay que tener en cuenta que la tecnología ha avanzado de manera considerable en los últimos ejercicios y cada vez se pueden realizar más operaciones a través de la banca electrónica vía internet o por las aplicaciones móviles. Madrid es la provincia con mayor número de oficinas bancarias (4.378), seguida de Barcelona (3.783), Valencia (1.731) y Alicante (1.190).
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