jueves, 2 de mayo de 2013

La crisis pone en riesgo de pobreza a 123.000 niños y adolescentes malagueños

Un 37,3% de los niños andaluces vive en el seno de una familia con dificultades económicas, diez puntos más que en el resto de España

  Más de 669.000 menores andaluces están en riesgo de pobreza al encontrarse por debajo del umbral de la pobreza. Si se extrapola la cifra, en Málaga sería de 123.000 niños y adolescentes. Estas cifras no han dejado de crecer desde que comenzase la crisis económica allá por 2007. Los expertos lamentan que éstas se incrementan de manera exponencial desde entonces y temen hasta dónde puedan llegar dado lo poco halagüeño de las expectativas.



Y es que según los últimos indicadores que maneja Unicef España, correspondientes al año 2011, para menores de 18 años la tasa total de pobreza infantil es del 27,2% en toda España, si se tiene en cuenta una medida de umbral de ingresos de 15.800 euros. Para calcular esta cifra se cuenta con los ingresos de una familia de cuatro miembros, compuesta por dos adultos y dos niños. De este modo, aquellos niños cuyo seno familiar percibe menos de 1.300 euros al mes se considera en riesgo de pobreza.

Según Unicef, los niveles en Andalucía aumentan. Esta comunidad autónoma cuenta con más familias con ingresos inferiores a 15.800 euros, lo que hace que se pase de un 27,2% de niños al 37,3%, lo que, con una población de 1,6 millones de menores de 18 en la comunidad arroja que la región tiene a más de 669.000 niños en esta situación, comparados con los del resto de España.

El responsable de políticas de infancia de Unicef España, Gabriel González Bueno, afirma que al calcular esta cifra, a veces se produce un efecto «extraño». «Los niños han empezado a ser los más pobres, tradicionalmente lo eran los más mayores, pero a partir de 2010 son los que mayor nivel de pobreza tiene por grupos de hogar. Es más bajo el umbral, los niños son más pobres, y los mayores menos, no porque estén mejor, sino porque respecto al total de la población los mayores se han visto protegidos por las pensiones y los niños han visto cómo las ayudas y becas han bajado», afirma.

El responsable asegura que a la ONG le preocupa mucho que haya aumentado la pobreza infantil, porque se ha incrementado la intensidad y se ha hecho crónica. Por este motivo, considera que cuando tengan los datos de 2012 seguramente constaten que ha bajado un poco, porque el umbral podría bajar hasta los 14.000 euros, al contar con menos ingresos de media. Así, ejemplifica que la media en 2009, a los inicios de la crisis económica, era de 16.800 euros.

El informe Report Card nº 11 de Unicef mide la situación de la infancia en las 29 economías más avanzadas del mundo de acuerdo con cinco dimensiones clave de la vida de los niños: bienestar material, salud y seguridad, educación, conductas y riesgos, y vivienda y medio ambiente. La principal conclusión del estudio es que la pobreza infantil en estos países no es inevitable, sino que es sensible a las políticas y que determinados países protegen mejor que otros a los niños más vulnerables.

Los Países Bajos y cuatro países nórdicos –Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia– copan los primeros puestos de la clasificación general del bienestar infantil, mientras que cuatro países del sur de Europa –España, Grecia, Italia y Portugal– se encuentran en la mitad inferior de la tabla. En este análisis comparativo, España se encuentra además a la cola en el ámbito educativo, ocupando el puesto 26 de 29 países analizados, según publicaba Unicef en su página web.

El director de la Oficina de Investigación de la organización, Gordon Alexander, asegura que Unicef siempre insta a las administraciones a colocar a los niños y los jóvenes en el centro de las tomas de decisiones. «Cada vez que estudian o aprueban una nueva medida política, los gobiernos deben analizar sus consecuencias concretas para los niños, las familias con hijos, los adolescentes y los jóvenes adultos. Estos grupos no participan en el proceso político o sus voces rara vez son escuchadas».

Consecuencias

Pero hay más. Los niños con peores niveles de bienestar sufren las consecuencias el resto de sus vidas. Por eso es fundamental que las intervenciones en la primera infancia sean cruciales y deban ser apoyadas por medidas en la etapa escolar para no perder los avances hechos al principio. El estudio afirma que mitigar en el futuro el impacto de las secuelas es más difícil, más costoso y tiene menos probabilidades de tener éxito.

El responsable de políticas de infancia de Unicef España insiste y asegura que además del trabajo que se hace en cooperación al desarrollo cada vez les preocupa más que los informes muestren la mella de España. «Llaman la atención tanto la sociedad como los políticos. La pobreza infantil es una prioridad, porque incluso en los años de bonanza era alta, pero la crisis he hecho especial daño a este sector de la sociedad», reconoce.

Así, apunta que el desempleo ha causado que la brecha sea aún mayor. «El desempleo se ha cebado en familias jóvenes con hijos porque ha crecido el incremento del paro por el sector servicios y la construcción, que daba mucho empleo». Además, reconoce que las medidas de austeridad han repercutido en las de tipo económico.

Y es que, según Gabriel González Bueno, hay familias que pasan verdaderas dificultades comer o para acceder a la educación. «Tienen dificultades para tener libros de texto, las familias eliminan actividades de ocio como las extraescolares del colegio porque no pueden pagarlas, y muchos cambian a viviendas de peor calidad. Todo afecta a los niños», afirma.

Precisamente sobre las viviendas, el portavoz de Unicef reconoce que los desahucios –cada vez más comunes– están afectando mucho a los niños. «Es enormemente traumático, los echan de sus casas, de su espacio», añade.

Por eso, afirma que el conocido como el eslabón más débil de la crisis no hace más que quebrarse. Tras varios análisis pormenorizados, han determinado que los que más han sufrido son el grupo de jóvenes de entre 18 y 25 años, el grupo de edad al que ahora muchos conocen como la generación perdida.

Así, recuerda que los más pequeños aún tendrán posibilidades –o al menos más– puesto que aún deberán hacerse adultos y entonces tendrán alguna posibilidad de encontrar empleo.

De este modo, alerta: «Si comparamos 2009 con 2011 vemos que las cifras cada vez aumentan más. A veces puede haber algún reajuste más, pero el panorama social es peor que el de los últimos años y nada hace pensar que haya habido una mejora». Por eso, recuerda que las ONG, como Cruz Roja o Cáritas han tenido que emplear nuevas medidas para atender el aumento de la demanda. De hecho, Cruz Roja ha atendido en Málaga de manera indirecta durante 2012 a 7.994 menores dentro del programa de Lucha contra la Pobreza, y mientras en 2009 atendía a mil personas, en 2012 cerró con 18.000 asistencias de urgencia.

Tres comidas al día para los más débiles

Hace diez días la Junta de Andalucía anunció una medida que ha traído polémica consigo. Se trata de la aprobación de un decreto ley para luchar contra la exclusión social y en el que destaca, sobre todo, el objetivo de que los niños realicen, por lo menos, tres comidas al día.

Para este primer eje de la lucha contra la exclusión social, Díaz garantizó que los menores tendrán tres comidas –desayuno, almuerzo y merienda– en los colegios, para lo que contarán con la colaboración de ONG y centros de días y una dotación económica de unos 16 millones de euros.

Con ello, el Gobierno andaluz pretende poner rostro a la crisis a través de los más vulnerables, los menores, en un momento de debilidad y crisis brutal, en una comunidad donde el 6% de los niños viven en una situación de extrema pobreza, contra la que la consejera de Presidencia e Igualdad de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aboga por ser contundentes.

@MarinaFernandz

 http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2013/04/28/crisis-pone-riesgo-pobreza-123000-ninos-adolescentes-malaguenos/584113.html

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