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Seis jóvenes profesionales de alto nivel cuentan cómo les ha ido en su búsqueda de trabajo
Covadonga López
Polonia, Alemania, Noruega o Inglaterra. La lista de destinos donde los
jóvenes malagueños encuentran una oportunidad se amplía periódicamente.
Tan solo el año pasado, más de 1.820 malagueños decidieron hacer las
maletas y emigrar a algún punto del mapa europeo, tal y como lo hicieron
las generaciones anteriores de españoles. El país pierde cada año a
miles de economistas, profesores, enfermeros o informáticos que han
tenido que decidir entre quedarse de brazos cruzados o seguir adelante.
Seis de esos protagonistas relatan a La Opinión de Málaga cómo es el día
a día a miles de kilómetros de sus familiares.
Loles
Noruega
-Ingeniera industrial
-Reside en la isla de hongva
-6 meses en Rolls Royce
-Prima de riesgo: 60
Loles
Hernández vive en la «Isla Rolls Royce», así es como conocen en Noruega
a Longva, una pequeña isla en la que todos sus habitantes trabajan para
esta factoría de lujo, que en esta ocasión no fabrica coches sino
motores de barcos. «Cuando comenzó el boom por trabajar en Alemania, me
apunté a un curso intensivo de alemán y empecé a mandar mi currículo a
todas las empresas indiscriminadamente pero después de un tiempo pensé,
¿por qué solo Alemania? Ahí fue cuando también empecé a interesarme por
los países nórdicos».
Fue entonces cuando le surgió la
oportunidad de trabajar en Noruega y no se lo pensó dos veces. «Me
ofrecieron un trabajo como project manager y ahora soy muy feliz»,
reconoce.
Según esta emigrante malagueña, no exigen un nivel alto
de inglés ni un currículum brillante, solo una persona que se interese
por lo que hace, con capacidad de aprender, de preguntar y de trabajar
en equipo. «En España los empleados nos vemos degradados en nuestro
trabajo, yo sentía que no valía nada para la empresa. Sin embargo en
Noruega mis jefes me dicen: te necesitamos».
Loles lleva una vida
tranquila en esta isla, rodeada de naturaleza y junto a Frank, su
pareja, al que conoció cuando buscaba trabajo allí. «Tener a alguien que
no solo te ayude, sino que además te de cariño es muy importante
también», reconoce esta ingeniera.
Dice que una de las cosas que
más valora del trabajo en Noruega es la jornada laboral. «¡Empezamos a
las ocho de la mañana y terminamos a las cuatro de la tarde! ¿Dónde se
encuentra eso en España?», se pregunta. Durante ese tiempo se dedica a
gestionar proyectos de principio a fin. «Hay que estar todo el día
solucionando problemas pero cuando los resuelves es una gran
satisfacción. No tengo experiencia ni conocimiento en barcos ya que mi
especialidad es la mecánica pero absolutamente todo el mundo esta
dispuesto a ayudar y explicar. Es un ambiente increíble».
Cuando
Loles termina de hacer su trabajo comienza el ocio, un tiempo valioso
que echaba de menos cuando trabajaba en nuestro país «En España nos
pasamos todo el día trabajando y no por eso somos más productivos».
Vive
rodeada de naturaleza en estado puro y aunque a veces echa de menos el
bullicio de las ciudad, reconoce que prefiere llevar un estilo de vida
tranquilo. De Málaga echa de menos a su familia y a sus amigos, pero
también otras cosas «como el sol o el salero malagueño». Desde su casita
en Longva cuenta los días que faltan para que llegue Navidad y pueda
reunirse con los suyos en Málaga aunque reconoce que ha encontrado su
sitio en Noruega y que se siente plenamente feliz allí.
Para los
interesados en emigrar al país de los fiordos, Loles recomienda utilizar
plataformas de networking como Viadeo y aprender algo de inglés para
comunicarse con fluidez. Lo importante para las empresas noruegas, según
esta malagueña, es la persona y no el currículum. «Aquí se valoran las
ganas, no por tener mejor experiencia o estudios puedes llegar con aires
de superioridad».
El coste de vida en Noruega es alto pero los
sueldos también lo son. De media, un trabajador cobra 2.300 euros.
Aunque los impuestos son algo más altos, el nivel de vida es más cómodo
que aquí.
Santiago
Polonia
-Admon. y Dirección
-Ciudad actual: ?ód?
-Más de un año en Infosys
-Prima de riesgo: 345
Para
Santiago Fernández no fue sencillo tomar la decisión de trasladarse a
Polonia, aunque lo de vivir en el extranjero es una lección que ya tenía
aprendida. Vivía en Bélgica cuando supo a través de un amigo que la
empresa Infosys buscaba licenciados en administración y Dirección de
Empresas, que además tuvieran un buen nivel en francés e inglés, para
trabajar en el departamento de compras. A las pocas semanas y después de
varias entrevistas, Santiago ya estaba haciendo las maletas para poner
rumbo a la ciudad polaca de ?ódz. Allí encontró muchas facilidades desde
primera hora. «Me sentí una persona importante cuando la empresa me
proporcionó un piso de manera gratuita durante un año», reconoce este
malagueño.
Los comienzos no fueron fáciles, pero actualmente se
encuentra plenamente integrado en su entorno. Trabaja junto a otras 90
personas en un departamento que realiza gestiones para la firma Rio
Tinto y asegura que lo mejor de su puesto, «es el buen ambiente que
hay».
Como el carácter de los polacos «es algo frío» y al
principio le costaba hacer amigos, decidió abrir en Facebook el grupo
«Language exchange in ?ódz» que al final ha conseguido reunir a 30
personas semanalmente para intercambiar clases de conversación en
diferentes idiomas. «Organizo mesas con idiomas tan diferentes como el
español, el polaco, el alemán o el inglés y gracias a esta idea he
aprendido mucho y he conocido a personas maravillosas». La ciudad según
Santiago «ofrece muchas cosas», hay una gran oferta deportiva y cultural
y aunque a veces el frío invita a quedarse en casa, -«se alcanzan picos
de 30 grados bajo cero»-, al final te acabas «enamorando de ella».
Este
malagueño ha encontrado a 3.208 kilómetros de Málaga la independencia
que buscaba y aunque echa mucho de menos «los pucheros de su abuela»
está ganando experiencia y se siente útil. «La crisis va para largo y
recomiendo a todo el que esté pensando en emigrar, que no se lo piense.
Santiago considera que la falta de oportunidades que ofrece el mercado
español a los jóvenes se puede compensar viviendo experiencias como la
suya, «hay que arriesgarse y si al final la aventura no sale bien,
siempre hay tiempo de volver a nuestra amada Andalucía».
Álvaro
Alemania
-Ingeniero Industrial
-Ciudad actual: goslar
-Medio año en la empresa Fest A.G.
-Prima de riesgo: -30
«Con la preparación que tenemos en España y nuestra disposición,
podemos hacer grandes cosas y vivir cómodamente en otros países»,
explica Álvaro Barros, afincado en Alemania desde comienzos de este año.
Desde la ciudad de Goslar atiende con decepción la situación que viven
los jóvenes en España: «A ver cómo se las apañan cuando no encuentren
mano de obra». Álvaro dice que haber emigrado «es una de las mejores
cosas» que ha hecho en su vida. Trabaja como ingeniero eléctrico y de
automatización industrial en la empresa Fest, donde desarrollan «los
sistemas de gestión y control necesarios en todo tipo de industria para
controlar la maquinaria encargada de producir».
Aunque escribe
ahora mismo desde la ciudad china de Tianjin, donde se encuentra por
motivos de trabajo, en unas semanas regresará a Goslar, una ciudad que
le encanta y donde se siente como en casa. Cuando aterrizó en
Deutschland no dominaba el idioma, «en la empresa me hicieron hablar en
alemán desde el primer momento aunque utilizo el inglés en casos de
emergencia» y eso le sirvió para adaptarse perfectamente a la lengua. En
la empresa se siente cómodo pero sobre todo aprecia «la experiencia»
que está adquiriendo: «Aquí verdaderamente te aprecian como profesional,
el sector de la ingeniería es muy amplio en Alemania y ofrece a los
españoles todas las oportunidades que no hay en España».
No puede
olvidar a su familia y a todos los amigos que ha dejado en Málaga pero
está convencido de que ahora es el momento de estar en Alemania y que
internet ha facilitado que las comunicaciones sean casi como estar cara a
cara.
Elvira
Reino Unido
-Enfermera
-Ciudad actual: Londres
-Seis meses en Reino Unido
-Prima de riesgo: 18
Elvira
Vallejo tiene 22 años como española y medio como londinense. Fue una
amiga quien la animó a cambiar la plaza de la Merced por Trafalgar
Square y no se arrepiente. «Había muchas ofertas de trabajo para
españoles en el sector de la sanidad pero también me motivó tener gente
conocida allí». Esta enfermera malagueña trabaja en una residencia y
aunque reconoce que «el día a día es muy ajetreado» en Londres, la
jornada laboral está organizada de manera diferente a la española y
resulta más relajada y productiva a la larga.
Residir en la
ciudad del Támesis no es económico, «tienes que compartir piso porque
vivir solo es impensable», pero también reconoce que los sueldos son más
altos que en nuestro país. Lo mejor de vivir en un sitio como Londres
es según Elvira, «que nunca llegas a aburrirte» y que termina por
enganchar. Cree que lo más importante a la hora de encontrar un trabajo
es demostrar que se tienen ganas de aprender y capacidad de adaptación.
Elvira recomienda a todos los enfermeros que quieran emigrar, que
consulten la web www.bkstreet.com y que se colegien lo antes posible en Inglaterra para empezar con los trámites.
Echa
mucho de menos «la playa y el pescaíto» pero sobre todo poder disfrutar
de su familia. Se le viene el mundo encima con los días de tormenta y
frío y por eso escapa cuando puede a Málaga: «vengo con las pilas
cargadas», aunque de momento Elvira tendrá su residencia fijada en
Londres.
Juan Antonio
Alemania
-Analista financiero
-Reside en frankfurt
-Trabaja en Abbot
-Prima de riesgo: -30
Juan
Antonio Peinado vive en Frankfurt hoy pero mañana quién sabe. Desde que
terminó la carrera de Administración y Dirección de Empresas hace
cuatro años, ha vivido en Bélgica, República Checa y Polonia. «La vida
en Alemania es más formal y aburrida que en Málaga pero hay de todo para
divertirse y ha encontrado en las actividades al aire libre un buen
motivo para conocer Alemania desde una perspectiva más natural.
Actualmente
trabaja como analista financiero en la empresa Abbott, donde siente que
encaja a la perfección y donde ha encontrado un lugar con buen ambiente
de trabajo y mejores condiciones laborales y salariales que en España.
No puede olvidarse de «los espetos, ni del tintito de verano, ni
tampoco del Málaga CF». Dice que como en la Costa del Sol «no se vive en
ningún sitio» y por eso reserva 20 días al año para venir.
Para
los interesados en dar el salto al extranjero, Juan Antonio recomienda
empezar por unas prácticas empresariales. Todas suelen estar bien
remuneradas y permiten hacerse un hueco en el mundo laboral. «Vivir
fuera te ayuda a descubrirte a ti mismo y ampliar tu horizonte laboral»,
asegura. «Con la situación que tenemos en España actualmente y tenemos
que seguir mejorando profesionalmente para que cuando llegue el día de
volver, seamos capaces entre todos de hacer de España de una vez por
todas un país donde salir de él no sea una necesidad sino una opción».
Carmina
Escocia
-Ingeniera Industrial
-Ciudad actual: aberdeen
-Seis meses cursando una beca
-Prima de riesgo: 18
Carmina
Bocanegra siente que todavía no ha emigrado definitivamente. Llegó a
Aberdeen (Escocia) con una beca que pronto termina y tendrá la sensación
de ser una auténtica emigrante cuando encuentre trabajo. Llegó allí
después de varios meses intentando encontrar algo en España, «en todas
las empresas me pedían mucha experiencia» pero nadie estaba dispuesto a
dársela, algo que ocurre con demasiada frecuencia en España.
Trabaja
de 9.00 a 17.00 como ingeniera y el resto del tiempo lo invierte en
disfrutar del entorno y hacer nuevos amigos. «Lo mejor de vivir aquí es
que encuentras lugares preciosos sin desplazarte demasiado». Aunque dice
que es difícil hacer planes porque el tiempo está cambiando
continuamente, «nunca se sabe si lloverá, hará viento o sol», casi todos
los fines de semana va de camping con un grupo de amigos que ha
conocido viviendo allí y suele quedar con españoles en los ratos libres
que le quedan.
«Hay que ser valientes y tomar la decisión de
viajar». Reconoce que al principio el cambio puede ser duro pero que en
un tiempo todo el mundo encuentra un grupo con el que salir y acabará
siendo «una gran experiencia».
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