martes, 27 de octubre de 2009

Plaza del Carbón: donde ayer hubo árboles, hoy hay mesas

OPINIÓN. La foto del lunes. IMÁGENES
Enviado por: Servanda Mena

26/10/09.
Opinión. La Baronesa Thyssen es conocida por muchas razones. También su defensa del medio ambiente. Hace unos años, su amor al árbol le llevo a encadenarse a uno que hay enfrente de su museo en Madrid porque Ruiz Gallardón y el arquitecto portugués Álvaro de Siza querían talarlos. ¿Qué haría si conociera al detalle la política arbórea de Francisco de la Torre?

LAS fotografías de esta bonita plaza que una vez estuvo presidida por la Peña Malaguista, y que hoy es más conocida por un establecimiento de restauración llamado Mariano, muestran esa política medioambiental y turística característica de Francisco de la Torre.

entre la primera y la segunda imagen ha pasado el tiempo, y se puede ver que no mucho, lo que de verdad ha pasado ha sido la sierra mecánica. No es casualidad. Las opciones eran sencillas. Como puede comprobarse, estos dos ficus de tronco delgado tenían una gran copa, lo cual es indicativo de un gran consumo de oxígeno nocturno. Por otra parte, es evidente que sin esos elementos, el espacio de acogida restaurativa sería mucho mayor. Como gran patrocinador de Ikea en Málaga, el Ayuntamiento ha interiorizado el lema donde caben dos caben tres. Alternativa: caben tres árboles o caben dos o tres mesas más.

la decisión no ha podido ser más ecuánime. Ante la posibilidad de que hubiera más árboles consumiendo oxígeno nocturno, y una fuente cuyo trasiego de agua en una ciudad condicionada por la sequía sólo puede verse como un símbolo de consumo inútil, se ha optado por quitarlo todo y dejar que el restaurante Mariano llene de mesas el lugar. No era bueno para nadie que esa fuente y esos árboles, a los que se podían haber sumado incluso otros cuatro en ese espacio, creando una plaza interior arbolada para espanto colectivo, se quedaran ahí estorbando y sin beneficio productivo. Al permitir las mesas de Mariano, se ha facilitado que este restaurante incremente sus beneficios y, por supuesto, que éste contribuya con sus impuestos al bienestar público.

todo tiene explicación siempre. Seguro que a la baronesa le encantaría saber que los árboles de la plaza no han caído inútilmente. Y seguro que aprecia el gesto de los dueños del restaurante Mariano, que no se encadenaron a esos árboles para salvarles del hacha sino por pura responsabilidad con respecto al bien común.

http://www.revistaelobservador.com/index.php?option=com_content&task=view&id=2889&Itemid=64


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