Tras el éxito de Puertas, exposición dedicada a las desigualdades en el mundo, el Centro de Exposiciones de Benalmádena vuelve a acoger una exhibición llena de humanidad, aunque desde otro punto de vista. Bajo el nombre La huella solidaria, el público podrá dejarse envolver gracias a las imágenes de Norman Bethune, un prestigioso cirujano canadiense que al llegar a España se convirtió en un pilar fundamental para entender el desarrollo de la Guerra Civil, especialmente la huida a pie por la carretera de Almería en 1937 mientras los ejércitos alemán e italiana bombardeaban a la población civil.
La exposición, cedida por el Centro Andaluz de la Fotografía e inaugurada ayer en Benalmádena (donde podrá visitarse hasta el 29 de noviembre), está formada por 56 imágenes en blanco y negro que muestran el recorrido social y profesional de Bethune en tres partes. Mientras que en la primera de ellas se puede apreciar la semblanza vital, la segunda está compuesta por la actualidad española que conllevará a la tercera parte, la intervención del médico en la capital malagueña.
La exposición, cedida por el Centro Andaluz de la Fotografía e inaugurada ayer en Benalmádena (donde podrá visitarse hasta el 29 de noviembre), está formada por 56 imágenes en blanco y negro que muestran el recorrido social y profesional de Bethune en tres partes. Mientras que en la primera de ellas se puede apreciar la semblanza vital, la segunda está compuesta por la actualidad española que conllevará a la tercera parte, la intervención del médico en la capital malagueña.
Para comprender el valor de estas fotografías, hay que entender lo que para Bethune supuso el octubre de 1936, pues fue ese año cuando abandonó su puesto de Jefe de servicio del Hospital Sacré-Coeur de Montreal para trabajar en España como médico voluntario de la Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil.
No obstante, en febrero de 1937, cuando la ciudad de Málaga fue tomada por el bando nacional, el canadiense no sólo ayudó a la población a huir a Almería, sino que, además, retrató la escena mediante una serie de fotografías.
Sin éstas, hoy no existiría recuerdo alguno, ya que son los únicos documentos gráficos de este terrible episodio del pasado siglo, también conocido como La caravana de la muerte Málaga-Almería.
Gracias a estas imágenes, marcadas por las más de 150.000 personas que estuvieron obligadas a andar durante cinco días para llegar a la provincia acogedora, numerosos profesionales de diferentes ámbitos han podido hacer una reconstrucción de los hechos y acercar así la importancia de la memoria histórica malagueña.
En este sentido, Pablo Juliá, director del Centro Andaluz de la Fotografía de la Consejería de Cultura, explicó ayer durante la inauguración que "si Bethune estuviese vivo, se quedaría sorprendido ante la actual pérdida de valores.
Es necesario seguir fomentando el valor del recuerdo histórico, ya que no somos respetuosos con la memoria". Con el objetivo de conocer mejor la historia de Bethune, quien además fue el primero en implantar la trasfusión de sangre móvil, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha editado un amplio catálogo de la muestra. En ella también se explica la última etapa del médico transcurrida en China, donde antes de morir a los 49 años, "se había convertido en un verdadero mito", según recordó ayer el comisario de la exposición, Jesús Majada. El Centro de Exposiciones de Benalmádena también organiza actividades paralelas, entre las que se encuentran las proyecciones audiovisuales. El horario de visitas es de martes a sábado, en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:30 , y los domingos y festivos de 11:00 a 13:30.
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