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La trabajadora, que trata a diario con bebés, pide la revisión de su caso y que finalicen sus pruebas diagnósticas
Un grupo de padres que repiten visita en el Materno Infantil de
Málaga durante la semana se quedan de piedra cuando comprueban que una
auxiliar de enfermería de 62 años del Materno tiene que trabajar con
muletas a pesar de las lesiones que presenta. Tras conocer su historia,
deciden poner el caso en conocimiento de este periódico, que finalmente
consiguió localizar ayer a la enfermera antes de entrar en el turno de
tarde-noche, que comenzaba a las 15.00 horas.
Consuelo García,
que lleva trabajando la mitad de su vida en ese hospital desde su
inauguración hace ya 31 años, llega con muletas a su puesto de trabajo,
donde todo el mundo la conoce como Chelo y donde sufrió un accidente
laboral en agosto que le provocó lesiones en rodilla, brazo y hombro
izquierdos y por las que ha presentado alegaciones contra un alta médica
que, según indica el escrito, Inspección Médica le ha impuesto sin la
supervisión del especialista en traumatología y con pruebas diagnósticas
pendientes.
«La lesión de la rodilla se ha complicado un poco por
una artrosis», asegura Chelo antes de explicar su accidente. Según la
auxiliar de enfermería, ella y una compañera hacían el turno de tarde en
la planta de lactantes cuando el trabajo se les acumuló. «Mi compañera
atendía a un niño con convulsiones cuando otra madre reclamó mi
presencia llamando insistentemente al timbre. Al final sólo se trataba
de un cambio de suero, pero pensando que era urgente corrí y me caí»,
recuerda Chelo, que lo primero que hizo es acudir a Urgencias del propio
Materno y posteriormente a Carlos Haya. Su médico de cabecera le firmó
una baja a la espera de pruebas más exhaustivas. Según Chelo, el proceso
se complica en el Centro de Alta Resolución de Especialidades (CARE)
«porque el traumatólogo sólo hace consulta una vez al mes y acumula un
retraso de más de un año, por lo que la remitieron de nuevo a Carlos
Haya, donde el especialista pide nuevas placas».
Sin embargo,
Chelo asegura que estas pruebas no se habían realizado cuando la
Inspección Médica la citó el pasado 15 de octubre en las instalaciones
de la calle Córdoba. «Me atendió un inspector al que le entregué las
peticiones del especialista, y sin comentarme nada del alta me emplazó a
acudir al médico de cabecera que tenía concertada para el martes 22 de
octubre», asegura Chelo, quien todavía muestra una gran sorpresa cuando
recuerda cómo este último le comunica que Inspección le había dado el
alta dos días antes (domingo) y que debía incorporarse inmediatamente al
trabajo, cosa que lleva haciendo desde el miércoles. «Hasta ahora me ha
sido imposible hacer mi trabajo porque necesito las muletas para
caminar. No puedo coger niños, ni dar medicación o simplemente hacer una
cuna», explica la auxiliar, que añade que la supervisora de su unidad
es testigo de su situación y que su trabajo lo tienen que desempeñar sus
tres compañeras de turno.
Chelo sólo pide ahora que la
Inspección valore de nuevo su caso y que le concedan la permanencia en
periodo de incapacidad laboral transitoria, ya que actualmente «me es
imposible realizar mi actividad».
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2013/10/26/una-auxiliar-trabaja-muletas-materno/626891.html
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