Los 'indignados' seguirán en la plaza y harán asambleas en los barrios

Tras cuatro horas de debate, los acampados en La Constitución acordaron por amplia mayoría mantener el campamento que está a punto de cumplir dos semanas

No se van. A punto de cumplirse las dos semanas de acampada, los indignados decidieron anoche continuar en la Plaza de la Constitución de Málaga. La mayoría de manos levantadas en favor de mantener el campamento fue abrumadora. Después de cuatro horas de debate en el que intervino medio centenar de personas, finalmente la asamblea acordó seguir la protesta con la que reivindican una democracia más participativa. Había más de 300 participantes, la mayoría jóvenes, como siempre. Solo una decena votó a favor de levantar la acampada. Los aplausos y las manos alzadas también pusieron de manifiesto la aprobación a una propuesta para que el próximo sábado a las 12:00 se realicen asambleas en las plazas de los barrios malagueños.

Las intervenciones que se sucedieron desde las 19:45 en que comenzó la asamblea hasta las 20:45 en que se votó el futuro de la acampada ya presagiaban que se iba a imponer la continuidad del campamento. Muchos de los que intervinieron defendieron que había que seguir ahora que en las plazas de la Bastilla, en París, o la de Sintagma, en Atenas, había concentraciones similares a las que se repiten por toda España al calor del movimiento 15-M. "Mi madre está en paro, yo no puedo estudiar y tengo un contrato de dos meses. Irnos de la plaza no significa dejar la lucha. Pero queremos gente que luche, no mártires", advirtió una joven ante la asamblea.

Otra mujer que vive en el centro dijo que no podía quedarse en la acampada, pero que vivía en el centro y que en grupos de a dos, ofrecerá "puchero o lentejas y una ducha" para que los que mantienen el campamento repongan fuerzas. Las intervenciones fueron muy diversas, como casi siempre. Una joven hizo hincapié en que quien quiera beber se vaya a los bares cercanos o a otras calles aledañas. "Alcohol no", instó para que la reivindicación no sea confundida con un botellón.

Una joven que tomó la palabra hizo también un llamamiento a no dejarse utilizar por partidos ni sindicatos. "Tuvieron la oportunidad de defendernos y protegernos y no lo han hecho. Las etiquetas no las tiene que traer nadie", dijo refiriéndose a que están abiertos a que más gente se sume al movimiento, pero no a que los manipulen o que haya partidos o sindicatos que levanten la bandera del 15-M. La intervención fue recibida con un fuerte aplauso.

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