Dos iniciativas conmemoran la huida de miles de malagueños por la antigua N-340 tras la entrada de las tropas franquistas en Málaga
A uno y a otro lado del litoral malagueño, dos actividades recordaron ayer que, hace ahora 74 años, tras la entrada en Málaga de las tropas franquistas, más de cien mil malagueños tuvieron que emprender una huida forzosa a pie por la antigua carretera N-340, camino de Almería, bajo el fuego de la aviación italiana y de la marina del bando nacional. Torremolinos y la Axarquía fueron los escenarios de dos nuevas llamadas a la memoria histórica de este éxodo, popularmente conocido como la 'desbandá', en el que miles de personas perdieron la vida, la mayoría de ellos mujeres y niños.
Cuando Javier Velasco Aloza rememora su infancia en Argentina, siempre le vienen a la cabeza las historias que le contaba su abuela. Mientras era pequeño las escuchaba atentamente creyendo que eran cuentos, pero a medida que iba creciendo fue tomando conciencia del drama que vivió su abuela antes de emigrar. Y no lo hizo porque sí. Fue uno de los que el 6 de febrero de 1937 protagonizaron uno de los capítulos más trágicos de la Guerra Civil en Málaga: la 'desbandá' hacia Almería, un recorrido que Javier piensa cubrir en su particular homenaje a todos esos malagueños indefensos que tuvieron que huir despavoridos para intentar salvar sus vidas.
«Tengo grabada la historia que me contó mi abuela de una mujer que durante un ataque perdió a uno de sus mellizos y que, al creer que había muerto, saltó desde un acantilado de Maro. Poco después, la gente encontró al bebé sano y salvo», comenta este vecino de Torremolinos aprovechando la primera parada del trayecto, en Huelin, precisamente desde donde partió su abuela. Aunque en esta aventura no está solo. Le acompaña otro «andarín»: su amigo José María Arco, un salmantino afincado desde hace 42 años en Torremolinos que ya ha hecho el camino de Santiago en diez ocasiones.
Itinerario fiel
«Vamos a ir bordeando la costa para realizar la ruta lo más fiel posible, con lo que calculamos que caminaremos unos 250 kilómetros». El objetivo es hacer unos 35 kilómetros diarios, de forma que llegarán a Almería el próximo domingo. «Vamos bien preparados, con botas, impermeables, linterna e incluso teléfono móvil... Nada que ver con lo que llevaban entonces», explica José María. Para dormir, cualquier albergue o pensión les valdrá... «mientras haya ducha», bromean. Aseguran que con esta caminata no pretenden reivindicar nada ni remover el pasado, pero sí evitar que este fragmento de la historia negra de la provincia caiga en el olvido. «Queremos aportar nuestro humilde granito de arena para que hechos como los que se vivieron aquí no vuelvan a ocurrir en ninguna parte del mundo», afirma Javier. «De lo que pasó aquí apenas se habla, y fue incluso más grave que el bombardeo de Guernica (el 27 de abril de 1937, aviones alemanes de la Legión Cóndor arrasaron la ciudad vizcaína matando a 1.500 personas), que sí dio la vuelta al mundo», recalca José María, a punto de cumplir 69.
Tres citas
En el otro extremo de la provincia, en la Alta Axarquía, alrededor de un centenar de personas, convocadas por el Foro por la Memoria, participaron en la primera de un total de tres etapas con que este año se recordará este momento histórico tan trágico y desconocido. Un protagonista y superviviente de aquellos días es José Alarcón, que ayer, a sus 80 años, completó en perfectas condiciones el recorrido entre Ventas de Zafarraya y La Viñuela.
«Fue terrorífico, tenía seis años pero me acuerdo perfectamente, como tuvimos que irnos de Benamargosa, caminando hasta Motril. No paraban de bombardearnos, y había muchos cadáveres en el camino», rememoró a SUR mientras caminaba por El Puente de Don Manuel. Los dos próximos domingos, 13 y 20 de febrero, habrán sendas nuevas rutas, la primera entra El Borge y Torre del Mar, y la segunda entre el río Guadalfeo y Motril. El objetivo es que no se olvide este pasaje tan trágico de la historia.
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