La crisis deja 380 procesos concursales en tres años, debido al peso de la construción. La provincia contradice la tónica del 7% de bajada en España en 2010
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA La provincia de Málaga ha cerrado 2010 con un nuevo incremento en el número de empresas o familias que entran en concursos de acreedores, contradiciendo así la tónica nacional que, con un total de 5.750 casos, reflejó un descenso del 7,2% en el número de quiebras y suspensiones de pagos. El peso del ladrillo sigue pasando factura a Málaga, que contabilizó el pasado año 138 procesos concursales, más de un tercio de ellos vinculados al sector constructor y al de la edificación y promoción inmobiliaria. La provincia siguió apurando así la espectacular subida iniciada con motivo de la crisis y, con un nuevo 1,5% de subida sigue en máximos históricos, tras datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Un vistazo detallado a las cifras, sin embargo, permite atisbar un rayo de esperanza: del total de concursos, 108 correspondieron específicamente a empresas, un 5% menos que las 113 de 2008, aunque sí subieron las familias que acuden a concurso, de 23 a 30, un 30% más.
308 deudores en quiebra
En todo caso, las cifras de la crisis asustan. Si hasta 2007 la cifra de concursos no pasaba de los 20 anuales, los tres años siguientes se han movido por encima del centenar, dejando así una factura terrorífica. La crisis ha llevado a la quiebra a casi 380 deudores, con la particularidad de que 66 de ellos eran personas físicas sin actividad empresarial, en otras palabras, familias que no pueden hacer frente a sus deudas y a los que la Ley Concursal también ofrece desde hace años la posibilidad de acogerse a concurso.
Lentitud judicial
Expertos como el abogado Daniel Pastor afirman que el caso de la provincia es «peculiar» en el panorama nacional por su elevada dependencia del sector constructor, lo que explica que las cifras sigan subiendo cuando el global nacional baja. Pastor habla de situaciones «verdaderamente dramáticas», con casos de administradores de empresas que acaban acudiendo a un concurso acreedores porque pusieron sus bienes personales como aval de las sociedades en quiebra. A su juicio, el 2011 tampoco traerá una mejora de la situación, ya que muchas empresas que refinanciaron en su día sus deudas con los bancos tampoco podrán afrontarlas cuando les venzan los plazos, por lo que se verán abocados a la quiebra.
«Si las cifras no han subido más en 2010 es porque ya no quedan muchas empresas para caer. En Málaga, como en toda España, hay un gran problema de liquidez que no se arreglará hasta que la banca no resuelva sus problemas de solvencia y se ponga a realizar su misión: dar crédito», apuntó.
Por su parte, el decano del Colegio de Economistas, Juan Carlos Robles, critica la lentitud de la Justicia a la hora de culminar los procesos concursales debido a la falta de medios, algo que acaba «dando la puntilla» a empresas que llegan ya moribundas. Robles recuerda que el juzgado mercantil número 1 de Málaga soporta la carga de trabajo equivalente a ocho juzgados, algo que «eterniza» los procesos y acaba afectando tanto a deudores como acreedores.
El decano también critica el recurso al proceso concursal de muchas particulares «sobreendeudados» por un irresponsable nivel de consumo y buscan paralizar el embargo de bienes, por ejemplo la casa. «Acuden al concurso de forma equivocada, porque al final se les ejecutan los bienes», señala.
Deudas de administraciones
Tanto Pastor como Robles también critican una situación paradójica: muchas empresas acaban en concurso precisamente por deudas de las administraciones públicas, sobre todo ayuntamientos, y eso a pesar de que la Ley estipula que las demoras en los pagos a proveedores no deben pasar de 60-90 días.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2011/02/09/empresas-familias-quiebra-siguen-creciendo/400752.html
miércoles, 9 de febrero de 2011
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