Durante décadas los dictadores árabes, que han mantenido a sus pueblos en la indigencia, la opresión y el analfabetismo han sido los encargados fundamentales de llevar a cabo los planes europeos y norteamericanos del control territorial, el expolio de los recursos y el mantenimiento de un "orden" subordinado a los intereses europeos. Ahora que los pueblos se mueven, los discursos de occidente recuerdan la vieja reflexión de Lampedusa "es preciso que todo cambie para que todo siga igual", y así, cada uno de los líderes europeos van declinando sus apoyos incondicionales en favor de una línea "más democrática" y que responda a las demandas ciudadanas.
Como siempre ocurre, el poder no tiene la menor intención de dejar que los recursos caigan en manos de quienes quieren utilizarlos para mejorar a su propia población, para mejorar sus niveles de vida, dar respuesta a los jóvenes y mejorar las perspectivas de todos. Ni el petróleo, ni los minerales, ni la tierra, ni la mano de obra barata que explotan nuestros propios empresarios (Mango, El Corte Inglés, Cortefiel....) Por eso, algunos dicen abiertamente que "Occidente no puede desestabilizarse por los intereses emancipatorios de los países del tercer mundo, sino que todo debe quedar igual para que podamos disfrutar de recursos ilimitados. Otros dirigentes no lo dicen abiertamente pero actúan para que ello sea así.
Es por eso que nuestras demandas son de solidaridad con los deseos emancipatorios de los pueblos y con el fin de las dictaduras expoliadoras, torturadoras y asesinas.
Es por eso que os pedimos que acudáis a la concentración de solidaridad que tendrá lugar el próximo miércoles día 9 de febreroen la plaza de la Constitución a las 19'30 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario