A muchos trabajadores malagueños –un tercio del total, según la Encuesta de Estructura Salarial del INE– el calificativo de mileuristas les viene grande. Sobre todo desde que empezaron la crisis y los recortes, que se han cebado con el escalón más bajo de la pirámide salarial. El poder adquisitivo de quienes cobran el salario mínimo permitido por ley ha caído un 5,5% en los últimos cuatro años y en 2014 esta merma continuará, puesto que el Gobierno ha decidido congelar su cuantía, como ya hizo en 2012 (el año pasado lo subió un 0,6%). Una medida que está siendo criticada con fuerza desde sindicatos, asociaciones de consumidores y partidos de la oposición.
¿Puede vivir una persona con 645,30 euros al mes? Lo cierto es que este sueldo apenas llega para cubrir los gastos básicos de un hogar: hipoteca o alquiler, agua y luz. Tomando en consideración los recibos medios –430 euros de hipoteca o alquiler, unos 15 euros de agua y 77 euros de electricidad– un trabajador con el salario mínimo se quedaría en Málaga con poco más de 120 euros para cubrir todas sus demás necesidades: comida, ropa, teléfono y transporte. Y eso sin contar con los impuestos, ni tampoco con que el trabajador en cuestión tenga que mantener a una familia.
Sindicatos, asociaciones de consumidores y expertos en el mercado laboral vienen insistiendo en la necesidad de subir el salario mínimo para que se sitúe en la línea de la mayoría de los países europeos. Y es que España se sitúa a la cola de la UE, sólo por delante de Grecia y Portugal. El secretario provincial de Comisiones Obreras, Antonio Herrera, califica la congelación del SMI para 2014 de «barbaridad» y alerta de que no sólo afectará a quienes cobran ya el salario mínimo, sino a quienes vean sus convenios colectivos anulados por efecto de la reforma laboral. «Al decaer un convenio por llevar más de un año sin renovarse, la empresa puede imponer el salario mínimo», afirma.
Empobrecimiento
Desde la Unión de Consumidores, Jesús Burgos teme el efecto de esta medida sobre el consumo. «Todo sube: la luz, el agua, los impuestos... mientras los salarios están cayendo. Así no va a recuperarse nunca la economía», afirma. La presidenta de Facua, Lola García, alerta además del «proceso de empobrecimiento» que sufre la «clase trabajadora».
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