La operación, a cargo de la Benemérita, se ha desarrollado en Málaga y Granada y se ha saldado con 1.500 kilos de hachís intervenidos
Un sargento de la Guardia Civil, un exagente de este
cuerpo y un expolicía nacional han sido detenidos por la Benemérita en
el marco de una operación antidroga en la que se han intervenido unos
1.500 kilos de hachís.
La investigación, a cargo de los equipos contra la
Delincuencia Organizada (EDOA) de Málaga y Granada, ha sido dirigida por
el Juzgado de Instrucción número 2 de Motril, que envió a prisión a
cuatro de los cinco arrestados en la redada, según confirmaron fuentes
cercanas al caso.
Dos de los cuatro encarcelados fueron detenidos en la
localidad granadina de Vélez de Benaudalla; se trata del jefe del puesto
en el municipio, un sargento recién ascendido a brigada que estaba en
espera de nuevo destino, y un expolicía nacional que, presuntamente,
estarían relacionados con la trama.
Los otros dos fueron apresados en la Axarquía malagueña,
donde los agentes de la Benemérita arrestaron a un exguardia civil y a
un individuo ajeno a los Cuerpos de Seguridad que, supuestamente,
estaría vinculado a la organización responsable del alijo intervenido.
El quinto detenido fue puesto en libertad tras ser interrogado en el
cuartel.
Las pesquisas, que comenzaron a primeros de año,
condujeron a la localidad granadina de Vélez de Banudalla, donde la
madrugada del pasado viernes se desarrolló un vasto despliegue de la
Guardia Civil. Testigos presenciales aseguraron haber visto a una
persona saltar por la terraza, intentando huir, y que incluso escucharon
unas detonaciones que parecían ser disparos.
Urbanización deshabitada
Los investigadores localizaron un piso en el que una red
de narcotráfico escondía 1.500 kilos de hachís. La vivienda, situada en
una urbanización donde la mayoría de los apartamentos están
deshabitados, era utilizada como 'guardería', nombre con el que se
conoce en el argot a los inmuebles que se usan como almacén.
Las características del recinto donde se encontró la
mercancía permitían a la organización introducir la droga en el piso
arrendado a través de la zona de los aparcamientos sin llamar la
atención de los pocos vecinos que viven en este residencial.
Tras las detenciones, los agentes del EDOA de la Guardia
Civil llevaron a cabo varios registros domiciliarios tanto en Vélez como
en Granada capital. La operación continúa abierta.
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