Homenajes públicos a antiguos ministros franquistas, negación de la memoria histórica de lucha
popular andaluza y ataque a sus símbolos, espectaculares redadas policiales contra jóvenes
antifascistas malagueños, la impunidad de las continuas agresiones y amenazas fascistas, etc.
Da la sensación de que en Málaga la historia se está revisando en favor de unas tesis a cada cual
más reaccionaria, una auténtica recreación del pasado para justificar un presente y con unas
intenciones muy concretas: la creación de una masa de ciudadanos acrítica, despolitizada e
indiferente en todo caso con las injusticias sociales, pero eso sí, complaciente con el racismo y la
xenofobia, ya venga de instituciones o de organizaciones fascistas, con la “mano dura”, con el
ultra nacionalismo español y su mitología, con los sectores más reaccionarios de la Iglesia
Católica, con la conciliación de clases, etc.; y como no, hostil a la reivindicación social y política, a
toda lucha por superar los actuales marcos políticos, sociales y económicos y a las organizaciones
embarcadas en esas luchas. Son momentos de crisis, de una crisis estructural, sistémica del
capitalismo, y Málaga, en el contexto de un país oprimido y dependiente, como es Andalucía, no
escapa al aumento del paro, la destrucción de empleo, o el cierre de empresas, tan definitorio de
este momento.
Como no, el régimen monárquico español necesita de una amplia masa social para su
legitimación, y más en momentos como éste, mientras los dos principales partidos de este
régimen: PP y PSOE, con sus diferentes matices, utilizan todos los medios a su alcance para que
la reproducción y ampliación del consenso se prolongue, intentando dar salida a esta crisis con el
mínimo de costes posible para el gran capital.
Mas;
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=83118
miércoles, 1 de abril de 2009
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