Un estudio del Observatorio Joven de Vivienda de España indica que tendrían que reservar el 57,2 por ciento de su salario para hacer frente al pago inicial de una hipoteca
Un joven malagueño debería ganar 27.117 euros anuales (2.259 euros al mes) para poder comprar una vivienda, lo que supone más del doble (125,3 por ciento) de los poco menos de 14.200 que ganan actualmente, según recoge el Observatorio Joven de Vivienda de España, correspondiente al segundo trimestre, que elabora el Consejo de la Juventud de España.
La organización indica además que, a pesar del descenso tanto del precio de la vivienda como de los tipos de interés, los jóvenes tendrían que reservar el 57,2 por ciento de su salario para hacer frente al pago inicial de una hipoteca, frente al 30 por ciento recomendado por las entidades financieras. Un alquiler se llevaría el 47,2 por ciento de su salario.
No obstante, el desembolso económico que exigiría la compra o el alquiler de una vivienda libre en Andalucía no es de los más acentuados, ya que la media española recoge que un joven español debería ganar 31.266 euros anuales (2.695 euros al mes) para poder comprar una vivienda, lo que supone más del doble (+107,86 por ciento) de los poco más de 15.000 euros en los que se sitúa el salario medio de este colectivo.
Analizando todas las provincias andaluzas, la mayor diferencia entre el salario percibido y el que deberían cobrar para poder acceder a una vivienda se da en Málaga, donde un joven debería de percibir casi un 125,3 por ciento más; los gaditanos deberían de cobrar un 108,6 por ciento más y los sevillanos un 93,1 por ciento más. En el extremo opuesto, el Observatorio señala que los jóvenes de Jaén deberían cobrar un 37,7 por ciento más; los de Almería casi un 44 por ciento; los de Huelva, un 74,3 por ciento más; los granadinos un 81,7 por ciento más y los de Córdoba, un 91 por ciento más.
Otro dato apunta que la superficie máxima que ha de tener el piso al que éstos piden aspirar teniendo en cuenta el salario que cobra rondaría los 52,4 metros cuadrados en el caso de la compra, y en el del alquiler llegaría a los 47,2 metros cuadrados.
El principal obstáculo para que las personas jóvenes logren la autonomía residencial en Andalucía es de índole laboral. Así, la actual tasa de paro de los y las jóvenes en la comunidad alcanza el 31,2 por ciento, tras un incremento anual del 56,82 por ciento en términos absolutos. Además, Andalucía es la tercera comunidad autónoma con una mayor extensión de la temporalidad entre la población joven asalariada.
Andalucía sigue registrando una de las más bajas tasas de emancipación residencial de la población joven de España, según el observatorio, que también advierte del "estancamiento" de la emancipación residencial entre los jóvenes españoles, con un incremento en términos interanuales del 0,04 por ciento. Además, durante el trimestre se observó una caída del 0,20 por ciento. Así pues, la tasa de emancipación de la población joven se situó en el 46,8 por ciento, lo que equivale a 5,2 millones de jóvenes de entre 18 y 34 años.
"La situación es muy preocupante", según reconoció el vicepresidente del CJE, José Luis Arroyo, quien durante la presentación del Observatorio concretó que cuatro millones de jóvenes españoles no cuentan actualmente con una fuente de ingresos propios y que hasta un millón y medio tiene una vivienda, pero no un salario.
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